12.23.2006

Chrsitmas Card from: here Since: now

Un suspiro y ¡ah! ya es Navidad. Esa época fluorescente del año en la que vemos mas pobres en las calles y mas ciegos en las esquinas. Como consecuencia directa hay mas gente de noble corazón que quiere ayudarles y cobijarles, entonces es cuando la Navidad es época de regalos y de generosidad. Y la variedad es infinitesimal, vamos desde cobertores hasta cajas de cartón, pasando por pelotas, muñecos y botellas de licor. Tiempos de limosna, de limosneros y también ¿porque no? de garrotes. Y cuando esa mitad de la población mundial perfectamente mal distribuida estira la mano, no esperan una moneda o un chulo y lindo bonete, están pidiendo una mano, y están pidiendo más, están pidiendo unos ojos, unas rodillas y unos rodillos, una boca unos gritos, un corazón. Te están pidiendo todo tu yo. Nos limitamos a sentir lastima cuando podríamos tener compasión. Sentir, a diferencia de tener, es intentar apagar un incendio forestal con un hipo.
Yo también estiro la mano. Siempre lo he hecho y me ha dado resultados, entre otras cosas que también me ha dado. Si a mi disfrazada cleptomanía le sumamos la disimulada generosidad alzheimeriana de los que se sitúan a mi alrededor, dará como resultado una serie de tesoros que guardo en un baúl de luz octarina bajo mi piel.
Esta Navidad recibo, a manera de regalo-préstamo por tiempo indefinido, doscientos treinta y cinco abrazos de brazos que se han olvidado en mis omoplatos, ciento dieciséis besos de treinta y ocho sabores diferentes, entre los que destacan "lagrima peregrina", "pétalo de sal", milonga habanera" y "quesadilla brava". Me han servido de obsequio un mil ochocientas catorce miradas y detrás de cada una un sentimiento.
He recibido, por gracia de un chistoso Dios, una familia increíble que se extiende al rededor del mundo. Y así, de manera consecuencial me voy quedando, Navidad tras Navidad, año tras año. Todos se van y yo me quedo. Y me quedo, por ejemplo, por que no existe mejor lugar que aquí, ni mejor momento que ahora. Me quedo para empezar, porque siempre es bueno, aunque es mejor terminar. Me quedo con una liga de Denisse, con la que construiré una catapulta a la vía Láctea, con un disco de Fito Paez y un par o dos de fotografías donde aparezco besando alguna vaca. Me quedo con los tazos de Chema y con sus campos de sueños, donde he sembrado unos pocos y he recogido otros tantos para escribir una canción y después cantarla en mi propio bar. Me quedo con una gorra de Román y treinta gigas de emociones en forma de canciones, el mejor medio de transporte que solo llega a chihuahua. Me quedo con los dulces de melover, sus piñatas, sus axilas suaves, sus ponis, sus castillos, sus coronas y sus tiaras; la mejor protagonista de mis cuentos de hadas. Me quedo con un montón de pelos de Manuel en la solapa, me quedo con sus alas de vampiro, para que siga andando en esta renuncia a la inmortalidad del amor, mientras dure, me quedo con sus pasos, su Andrés y su Enrique, sus Rodríguez y sus avenidas. Me quedo con la comida de Sofi y con una promesa suya de cortarme el cabello, con su lunar que nos ayuda a evitar los clones, con su atención y su limosna de silencio que condimenta con sus discretas carcajadas; con su cobija que es un tapete y con mi sobrina que lleva su nombre; con los caprichos de su hermana y su radicalismo antisistemico, la cicatriz de mi boca y la avenida Vallarta. Me quedo con el Panda, porque el también se queda, se queda con una apuesta ganada, con mi ruido y mi furia, pero me quedo con su viaje al corazón atómico, con sus chistes ácidos, sus silencios cómicos y sus carreta todo terreno, doble tracción. Me quedo con las mieles de Clo, con las fotos, con las conversaciones, con los aviones, las no canciones, el no tiempo, la no distancia, la no promesa de que regresa. Me quedo con la fraternidad del johnny bunch y sus regaños, su oportunismo que me ha salvado más de alguna vez. Me quedo con el tango de Ale, con sus llamada equivocadas y los ocasionales descuidos, con doscientos kilos de recuerdos simpáticos y una sola promesa. Me quedo con la salsa de mi madre, no hay otra como la de ella. Me quedo con un disco de jackson five que era de mi padre, dos de led zep y la antología de los Beatles. Me quedo con la memoria borrosa de Alma, con la voz de Paola y su hermano que también es mio, Joel. Con Pablo, con Chaps, con Pancho Leautaud. Me quedo con el poker del quetito los jueves y con las versiones polifónicas de las canciones mas merols. Me quedo con las quemaduras y la inconciencia mas conciente que conozco, la del queto. Me quedo con Walde como vecino, con el chino como ex presidiario, con Fer como mi hermano. Me quedo cono las uñas de mi gata favorita, esa la del complejo de mariposa. Me quedo con una obra de teatro del Maldito y mil concursos por ganar. Me quedo con la ausencia de Edgar, de Mario, del Vampi y con sus lentes rosas con flores, dignos solamente de un princeso. Me quedo con la conciencia tranquila, porque no me quedo solo. Solamente me quedo.
Es que es Navidad, y Navidad hay que pasarla aqui, queriendo aquí, feliz aquí. Navidad época de leer más a Dickens que a Clancy, o a Jesucristo. Navidades modernas repletas de Grinches, de Jackes, de Scritches, de Herodeses, de Pilatoses o en dado caso, de Nietzches. Unos con el afan de acabar con esferas o arbolitos, a Papáses Noeles o a Dios. Navidades modernas de sentimentarquía y comodidad.
Para estas Navidades no me queda más que desearles muchas facilidades: que les sea mas facil abrazar y acordarse, acordarse y llorar a veces, sonreir siempre, mas facilidad para viajar sin tener que moverse del asiento, para perdonar y para golpear también cuando haga falta, facilidad para brincar, para gritar, para arrancarse el pudor (cuando la ocasión lo exiga), para volar, para mirar mas allá... Más.
Aquí están mis codos, mis rodillas, mis regalos, mis ojos, mi emoción. Aqui estan quedados al alcanze de los niños. Felicidades.

11.21.2006

Acusado

!AMNISTÍA! gritó alguien desde el otro rincón de la habitación, así con mayusculas. Y yo, atónito, me dejé caer por completo en el respaldo de mi asiento. Se escuchó el susurro acostumbrado de un juzgado cuando sucede algo importante, tal como lo había visto mil veces en las representaciones hollywoodenses, con la uníca diferencia de que esto er mas ficticio, mas actuado, mas... no lo se, como ¿personal? era cuestión de saber que el acusado era yo. Siempre yo.
En ese preciso momento, recordé las pocas probabilidades que yo tenía de algún día dar la vida a un ser humano. Recordé mi imposibilidad, casi irremediable, para tener hijos. Entonces pensé que por supuesto si hubiera enido una niña le hubiera puesto el nombhre de Amnistía, y ella hubiera sido muy feliz.
Enemigo. En eso me había convertido hasta entonces, en un inhumano enemigo. Alguien a quien se le puede odiar si sentir culpa alguna. Alguien que une a las masas en su contra. Alguien que no sabe dividir, sino multiplicar y sumar. Multiplicar las ancias. Y sumar gente a las causas "nobles". Un enemigo es algo asi como un catalizador de las relaciones humanas y un paño de resentimientos. El enemigo debe callar la mayoría del tiempo, ante la mayoría de la gente. El enemigo solo respondera a lo que se le cuestione, mas nunca ha de responderse las cuestiones que el mismo se plantee. Al enemigo no se le tiene compasión, en el peor de los casos se puede sentir lastima por el. Nunca habra de poner en tela de juicio el hecho de que el enemigo es el enemigo. En este caso tremendo, el enemigo soy yo. Y cada vez que me vuelvo consciente de eso, mi piel se vuelve, no de gallina sino de rinoceronte, es decir, alcanzo un nivel de sensibilidad que rebasa la nulidad. No es que este indiferente al caso pero creo que alguien me llama...
Y del vacio comienza a regresar esa monotonía que solo puede encerrar un voz como la de un abogado insistente cual troyano, que repite la misma pregunta. ¿Es usted culpable? Yo sigo cayado, como un palo, como un cayado, asi con la y que no es latina, sino mas bien la robamos del greco.
Y por si fuera poco, también eh escuchado culpable, pero como adjetivo no me va bien, siento un poco grande esa palabra. No es mi talla. Y aun así insisten y yo prefiero no decir nada, porque no decir nada significa estar y solo eso. Ni en contra. Ni a favor. ¿Cuantos como yo no han pasado ya por esto? ¿Cuantos como yo que no se toman en serio las cartas que juegan? Culpable no. A mi me parece mas propio señalable. Culpado. Blandengue. Risueño y soñador. Enemigo a fin de cuentas. Y las cuentas ¿quien las hizo? yo no, porque entonces el fin hubiera sido otro.
De enemigos yo no se nada, porque se me pierden muy facil. De enemigos no se nada, como nada se de mi.
La niña que había gritado amnistía fue echada fuera, donde algún día aprenderé a vivir como lo que soy a partir de ahora. Culpable.

11.09.2006

Meopía

A partir de hace exactamente 79 horas me convertí en otro ser humano. Eso, por supuesto, hablando solo metaforicamente. Ahora existe entre el mudno y mis ojos un velo semitransparente a manera de cristal. Una ventana. Un vitral. Una vitrina de catedral. Mis ojos son un par de juguetes siempre vistos y a la venta, tanto como a la expectativa. Siempre abiertos a ser atravesados por cualquier impresión. Disposición. 2.25 en el ojo izquierdo y 2.50 en el derecho. Casi ceguera.
Hoy me sorprendí frente al espejo revisandome el pellejo, todo yo, mas claro, mas feo. Hoy sorprendí al sol, por ejemplo, escondiendose tras unas nubes, dibujandolas, imprimiendo un amanecer desquehacerado y fascinante. Hoy sorprendí a un par de pájaros atrapandose entre las ramas, haciendose daño y cantando canciones de amor, siempre había creido que las hojas lloraban, que las ramas tosían. Hoy sorprendí a una madre regañando cariñosamente a su hijo por no cruzar la avenida prudentemente, quizá hubiera creido que no le quería, hoy le sorprendí en la mirada un miedo tremendo a perderle. Hoy sorprendí a una mujer encantadora esperando el autobus. Antes hubiera creido que me pretendía, hoy la descubrí creyendo que yo era un tipo interesante. Hoy sorprendí a un puñado de automovilistas preodupados por llegar temprano a sus trabajos. antes, hubiera creido que no tenían mas intención que ponerme de mal humor (tarea, no por nada, sencilla) hoy aprendí que procuran no perder el empleo que les remunera lo justo para mantener a sus familias. Hoy me sorprendí preocupandome por un montón de cosas que no tienen solución, y por otro montón cuya solución no está en mis manos. Hoy sorprendía la luna levantandose temprano, sufriendo de insomnio y haciendome compaía. Hoy sorprendí un par de ideas nuevas que nunca se me habían ocurrido, al menos nunca con el brillo de un reflejo como este. Hoy atrapé un montón de libros, que antes no me llamaban la atención. Que eran borrosos y complicados. Hoy visite un montón de besos, todos nuevos, de diferentes sabores. Hoy abrazé un montón de gente con mis ojos, que antes no eran mas que bultos y cabezas, a veces bocas, a veces pies, a veces solo manos. Hoy todos ellos llenos de almas, todas de colores, todas llenas de vida. Hoy aprendí que mi cabello no es tan oscuro, y mi edad no tan adecuada. Hoy descubrí un elevador que lleva al cielo, que siempre creí que era un columpio. Hoy dscubrí la pureza, que siempre creí que eran niños. Hoy descubrí mi cabeza entre mis manos, despues de una emoción incontenible. Hoy descubrí la paciencia del humo en un cigarro y me entretuve un rato imaginandome los carros como naves espaciales, subiendo a las estrellas, sin cascos. Sin cervezas.
Asi es la vida a traves del filtro. Hoy tengo gafas nuevas. Ayer casi las destruyo, porque me gusta la vida trizte, me gusta la vida a ciegas. No me culpo, ni soy culpable, simplemente es la naturaleza. ¿Quien no prefiere (y que levante la mano) creer el mundo ajustado a sus propias necesidades? ¿Quien no aseguraría que el mundo es como uno lo imagina? Pero la misma realidad es muy rica, va mas allá de objetos y de formas gruesas y pesadas, esta mas allá de la física y de la química.
Aún asi, cada uno va obteniendo gafas a cada paso en la vida. Y asi aprendemos a ver las cosas, las mismas quizá, pero cada quien a su estilo. Las gafas del amor, llevelas hoy. Solo hoy las tenemos por la modica cantidad de un beso y unas lindas ganas de cambiar el mundo.
A partir de hace exactamente 79 horas y 26 minutos me cnovertí en otro ser humano: un cuatroojos, sincabeza, diezyseismanos y milcorazones.

11.03.2006

Oye Paez ...

Las tardes del sol. Las noches del agua. ¿Y las tristezas? Las mias por supuesto. ¿I love you love you so? Bah!

8.29.2006

La Carcajada del Extranjero

Recibí una nota "No he muerto. Andy" ¡Bien! Pense para mi. La tome, la doble y la deposite en el cesto.

8.28.2006

Life goes on (Just like Obladi Oblada)


Y si el tiempo se volviera un liquido biscozo que pudieramos nostros almacenar en pequeños y monstruosos recipientes de losión tamaño muestrario. Solo entonces podriamos carcajearnos como Molly o como John, o como Mary, o como los osos Gumy. Quien sabe. Yo no. En sencillas palabras existen dos tipos concretos de situaciones: las preocupantes y las no preocupantes. Las primeras a su vez se dividen en otras dos: las que tienen solución y las que no la tienen. En el caso de que las primeras se presenten hay que poner los medio posibles para aminorar la caida, o en su defecto el ruido. En el segundo caso lo que queda es asisitir a esa vieja y milenaria esperaza de que existe un Dios que todo lo ve y todo lo oye (todo sin la nececidad de un SKY porque Él vive ahi) y que en algún momento se disrttairá y echará un vistazo o que simplemente algún pedazo de su misericordia resbalara hasa tus pies. Poco queda por hacer hasta entonces. Estan todas las cartas jugadas, no existe esfuerzo mayor que el que se hace en vano, dicen los refraneros populares (yo). Pero no es tan veridica esa frase, puesto que no se ha visto nunca jamas que un esfuerzo haya sido en vano. Lo que si se ha visto y se seguria viendo en los hombres de cachucha sudada, en los de manos empolvadas, en los de zapatos abujereados será un esfuerzon en venas, esfuerzo en vida y en muerte, esfuerzo en lagrimas y en mugre, esfuerzo en corazón y en cabeza, en familia y encantado, encantador, esfuerzo escondido y constante. Es Obladi Oblada, es Life goes on, es Let it Be y John, y es Paul, es Circo Beat y es Absolution, es Bellamy y Gahan, es Long, long, long, y es fall, fall, fall, es Razorlight. Pero es sobre todo All you need is love.

P.D. Get back, Erase and Rewind.

8.21.2006

Muy a mi pensar.

Mi pensar en un mundo de hoy como una torre de papeles desordenados, como un cenicero enorme donde se refugian algunos seres que les gusta darselas de muy pensadores. Mi pensar en la vida como una dama refinada que gusta de rechazar mis caricias, que se sopla el viento con un abanico de placeres, que el fru fru de su vestido retumba inmisericorde en mis oidos mientras yo me doy voelta en la cama. Mi pensar un futuro que asimila a un traje que me queda muy ajustado, como un espantado corredor de bolsa inmovilizado por el frio de sus pantalones. Mi pensar en un Dios como alguien que tiene un cigarro interminable y que ademas abraza distintos colores de humo. Mi pensar en la gente como en granos de cafe disolvientose en un tazon frio donde la cuchara ya ha cesado pero el movimiento no. Mi pensar en un yo de trapo viejo pero bien cuidado, en un felino soñoliento y sin aliento, acariciable pero precavido. Mi pensar en un pasado que apesta como a trapeador despues de viajar entre chocomiles y sorbetes, que quiere arrastrarme como salpicadera de autobus en periferico, que se abraza a este presente con el calor de la arena. Mi pensar en un estar pensando que de proto me da tanto miedo como risa. Mi pensar e que a veces pienso que no me hace falta.

8.16.2006

Anyway it didn't work

Anyway it didn't work.

Es que empeze ...


Es dificil empezar un relato hoy en dia. Hoy en dia no es tan dificil empezar algo, basta con mirar las miles de primeras piedras que se inauguran y se celebran por doquier: que si la primera piedra del edificio para la investigacion del problema que sufren las gallinas cuando son engañadas en sus gallineros con focos baratos de 40 voltios, que si la primera piedra del edificio que costara millones al cual no se podra dar mantenimiento, ni generara muchos empleos porque no hay con que pagarlos, y asi miles de comienzos. Que un romance por aqui, una vida por alla, mi cafe precisamente que le celebro su primer sorbo justo ahora y hago una pausa. En cualquier lado la gente se propone y se pospone. Se traspapelan y fimran aqui y venden alla y compran aca y... mueren por supuesto.
Nuestra hermosisma cultura (porque es linda tambien como no) solamente rinde culto una vez en el año a aquellos quienes con valor atrvesaron este camino arrugado que es la vida. Es decir cada 365 dias aporximadamente, se hace un homenaje demasiado general a las ultimas piedras, esas piedras que costaron sangre, que costaron sudor y que costaron lagrimas. Ojala la gente pudiera celebrar las utlimas piedras con mas solemnidad que las primeras, puesto que empezar, en palabras del maestro Cervantes (a quien ni nos atreveremos a contradecir) es tener la mitad del trabajo hecho. Pero de otra manera esa mitad de trabajo restante es quizà las mas complicada pues implica constancia, dedicacion y un millon de kilos de luces magicas que solo los hombres son capaces de plasmar en sus obras. ¿No debiesemos de celebrar el aniversario de muerte de nuestros hermanos queridos como celebramos sus cumpleaños? Y no lo haríamos para sentirnos mal, o suspirar desdobladamente diciendo cosas formidables, sino reconociendo ese gran esfuerzo de vida que se abrazo al cuerpo de esa nuestra misma carne. Que maravilla la de terminar con alegría cualquier cosa que merzca la pena. ¡Que paz!. Ojala pudieramos hacer que todo cuanto hacemos valiera la pena. Asi también el relato termina y le pongo esta ultima piedra que celebro con el ultimo sorbo de cafe, junto a la ultima cancion. No es miedo lo que la gente siente ante la muerte sino sobeberbia y pereza. Que tambien esa ultima piedra sepamos acomodarla.

7.23.2006

Hambre (El dia que decidi ser vuestro)


¿Que hay de raro en despertarse una buena mañana con el sonido de los pajaros en la cabeza? Literalmente, escuchaba poco lejanos aquellos alaridos inquietantes de los emplumados viajeros tan cerca de mi, que abri los ojos y estaban alli, pellizcando mi poca carne atravesandola con las garras maltratadas, con los picos hambrientos. Conozco el hambre y es algo asi como despertarse y tener el cuerpo lleno de aves que penetran la piel. Había un ave especialmente concentrado en acabar con mis oidos, me susurraba cosas como "Existe un mundo mas alla de tu nariz, retirate de los espejos." Me estuve unos momentos ahi contemplando el espectaculo, suponiendo que saciarian su hambre y se largarían. A nadie le gusta que le interrumpan cuando esta comiendo. No a mi, al menos. Y me ensucie los dedos con el polvo de mi cama, mis sabanas danzaban alegremente mientras los cuervos le siguieran invitando de su bebida. Mi sangre. Un reguero de plumas fue todo lo que quedo de aquel banquete precioso.
Yo, un Icaro y un Prometeo tendido ahi en la cama, intentando no pensar en los espejos. No pensar. Los espejos. Me levante con el poco sentido comun que siempre he tenido y me di cuenta que estaba en mi habitacion, una jaula de dos metros por lado. Cada muro un espejo. Cada espejo el mismo rostro. El gris en los ojos. El beso en los labios. La bala en la frente. Las mismas plumas empolvadas de siempre. Mire hacia arriba, el cielo seguia siendo la misma mancha gris de hacia unos meses cuando me habia decidido dedicarme tiempo completo al sueño, a ser la comida de mis iguales, de los gusanos. Hoy que estoy despierto todo sigue igual, al menos yo. Hube de levantarme entonces, eguía teniendo el mismo dolor en la rodilla izquierda, ese que vuelve cada vez que intento no volar. Ahora lo intentaría sin duda, hubieron de despertarme unas aves que tosian sobre mi cadaver, y eso de alguna manera debe significar ya algo. ¿Que son doce metros para un cuerpo maltratado y una mente vieja y molesta como la mia? ¿Que son todas esas imgenes de mi frente a mi? ¿No soy yo quien debe enfrentar a los demas? ¿Que son doce metros para un par de alas secas que un dia, hace dos pares de años, se echaron el mundo encima? Yo, que soy solo un par de miradas mas, y un monton de tos y reclamos. Alla voy gris manto extendido sobre las cabgezas de los hombres, no intentes marcharte al oceano, me ha dicho que no quiere volver a verte. Alla voy. Al sol. Azul. Al cielo. Siempre quize ser un ave normal. Siempre he sido un ave muy normal. Nunca sabre si fui huevo o capullo.

7.18.2006

My chest is a gas station



The gas station is in fire & I can’t smoke my cigarettes. Why the hell? What a hell! There’s something in her smile I can not express. She is like cooking bread with the ashes inside me. She doesn’t matter. I have no problem about it. There’s something in her shirt that is calling my name, I just don'y know what. The gas station is till in fire. I can’t get the smoke into my throat. What the hell! No fear. No pain. No tears. No cops. Only her drunken eyes like bullets inside my head. Hey Bush what about finish with this terrorist girl? You decide! Don’t blink. I don’t want to die between these ashes. Stop the music. Don’t stop the fire. Farewell: I can’t smoke my cigarettes & the gas station is still in fire.

7.03.2006

De las guerras .01

De espaldas al campo de batalla, esperando que cese el fuego para provocarlo de nuevo. Es de madrugada. Estoy en Vietnam, en Irak, en Rusia... no lo se. Solo se que fue ayer. Que es hoy. Que tengo un arma entre las manos y un par de costales a mis espaladas. Estoy rodeado de gente igual que yo. Todos pasan a prisa, paso que era tan veloz como firme. Yo solo esperaba que cesara un poco el fuego. La niebla se levanta teñida de rojo arrastrando un par de alma consigo. Entonces creí que era tiempo. El enemigo nunca desperdiciaría esta oportunidad. Se escuchaban solamente algunas explosiojnes esporadicas y a destiempo, allá en la lejanía. Me despido del tradicional unico amigo que sige en el frente luchando aun contra su propio dolor, que también es el mio. Me agache hasta donde él y le sacudí el cabello sucio mientras le decía: Hasta entonces... El me respondió Mientras tanto... y mientras disimulaba la herida del brazo dibujó una cruz en mi frente con el ensangrentado lodo de su pulgar. Yo le beso animado y salgo cruzando la linea de fuego. Bajo mis pies el cesped ya muestra sus propias cicatrices que desaparecen de repente con el pasar de la niebla. Mi paso es lento pero duro, como la guerra... es eterno, como la guerra.

6.09.2006

Happy Hybrid Day.


El día de hoy, siendo nueve de junio a las 4:47 me limito a hacer publico el reconocimiento de lo felizmente celebrado que he sido hoy. Hasta una niña me regalo una barritta de cereal. Hasta un amigo me invito una cerveza. Hasta voy a ser tio de un niño justo el día de hoy ... ¡Que chamaco suertudo es él! Hasta me levante temprano. Hasta recibi un mensaje de fer. Y recibi una carta de claudia. Y hasta le quedan un par de horas a hoy. Ayer fue mejor y aun asi la gente insiste en desearme muchos días de estos. ¿Es acaso porque a todos siempre todo les parece tan igual?

5.30.2006

Jugaba al solitario

Jugaba al solitario Daniel, jugaba y se sentaba en la madera de su alcoba sucia, despues de abrir por completo la puerta, despues de haber fumado un rato, despues de doblar las piernas y envolverlas con sus delgados brazos todos llenos de cicatrices.
Jugaba al solitario Daniel, jugaba y se miraba en el espejo, y se miraba las ropas y el enmarañado cabello, el vino en los ojos, el peso en el cuello. Jugaba y se amarraba el cabello y se pintaba las uñas, se encendía un cigarro y era la reina de corazones, si se apagaba, el joto de espadas.
Jugaba al solitario Daniel, y se marcaba a su telefono celular desde la linea local, y se contaba chistes y secretos al oido. Jugaba al solitario Daniel, y tomaba una escopeta y era soldado, caballero de la primera legión, defensor feroz de la nobleza. Y si se apuntaba a la cabeza era joto de treboles.
Jugaba al solitario Daniel y se ponía una toalla en la cabeza y extendía los brazos heridos, el rey montado en su corcel, valiente trapeador hediondo a cloro, soportando el peso del apuesto jinete.
Jugaba y se olvidaba que era un juego. Jugaba al solitario Daniel, y de vez en cuando era un joker, mi bufón, con una lagrima en los ojos y una estupida sonrisa a media cara, con su gorro de fieltro, pidiendo y solitario.
Jugaba al solitario Daniel y no conocía las cartas, ni los computadores. Jugaba al solitario.

5.25.2006

El mundo en su extensión


De pie, frente al gran ventanal que me muestra todo el mundo en su extensión, enciendo un cigarrillo y cierro los ojos. Las lagrimas ya no corrían, estaban demasiado fatigadas. La alfombra se iba haciendo de mis pies y yo me iba haciendo de mis pensamientos. Hice memoria y llegue a la ridicula conclusión de que tenía años sin moverme. Asi de ridiculo había pasado 18 años de mi vida. Como de entre las sombras, apareció el hilo de humo que salia de mi cigarro, me canto al oido una cancion:
Si al llover las ramas gritan
gritan por ti por tus pecados
gorriones son crucificados
y llora el alma y Dios se agita.
Extraña la combinacion, sabor a sal y del azufre. Por un momento me vi cantando yo tambien, con las manos cubriendo mi rostro, con los codos sobre mis rodillas. Sin llorar... Sin llorar. Al fin el tiempo se acabado -me dijo el viejo gris que se extendía- al fin la vida ha terminado y no has sabido beber la vida. La vida es paz y es el llanto, es armonía y desalojo, la vida duele si la vives, la vida vuela, la vida vuela... no lo olvides. Que inmisericorde he sido, y me golpeaba las dos sienes, y me golpeaba y maldecía como lo he venido haciendo.
Asi, me di cuenta que del ventanal solo podía ver mi reflejo.

5.03.2006

(Mi) Cancion Pueril del Adolescente de 30


Yo tenía diez amigos. Uno se perdió en un reven. Ya nomas me quedan nueve, nueve, nueve...
De los nueve que quedaban. Uno se mato en un bocho. Ya nomas me quedan ocho, ocho, ocho...
De los ocho que quedaban. Uno se hizo de billete. Ya nomas me quedan siete, siete, siete...
De los siete que quedaban. Uno conocio unos gays. Ya nomas me quedan seis, seis, seis...
De los seis que me quedaban. A uno le rompí el hocico. Ya nomas me quedan cinco, cinco, cinco...
De los cinco que quedaban. Uno rompio su contrato. Ya nomas me quedan cuatro, cuatro, cuatro...
De los cuatro que quedaban. Uno se murio de stress. Ya nomas me quedan tres, tres, tres...
De los tres que me quedaban. Uno se fue a Nuevayork. Ya nomas me quedan dos, dos, dos...
De esos dos que me quedaban. Uno fue un inoportuno. Ya nomas me queda uno, uno, uno...
Ese amigo que me queda. Ese amigo que me queda. Esta dormido y no quiere despertar.

4.22.2006

The monkey i got on my back.


Volvi. Y no puedo negar que falta me hacía un poco vomitar sobre el teclado. Espero no te moleste si describo que fue un algo bien especifico que no se decir como es. Es decir, trabaje en un proyecto bien peculiar que aun necesita ser revisado, pero que parece que encontro su fin. Es una serie de cuentos a la que titule Siete días bajo las lagrimas de Dios. La verdad es que seria bastante tonto intentar exponerlo todo aqui, no porque sea largo, sino porque no es este su lugar. En cambio, si te interesara, te lo podría enviar despues cuando lo finiquite. Por lo pronto me voy a dar a la tarea de revisarlo y de ponerme al corriente con mi celda que es el mundo, en especifico mi oficina.

4.16.2006

Se avecina un silencio


Hoy parto de aqui. No muy lejos. No por mucho tiempo. Con no mucho dinero. Con la intencion de volver, eso si. No platicare mucho por alla. Tampoco por aqui. No platicare para evitarme problemas. Y para innovar tambien ¿Porque no? Siempre es bueno un silencio. Me despido de todas estas luces, de las teclas, los cables, el ruido, los ventiladores. Me voy para hacerme mas de historias, de luces, de libros, de velas, de alas, de viudas y de cassettes. Me voy mas que nada para hacerme mas. Espero esperes.

4.10.2006

Umbrella

El agua fria no tarda tanto en salir, muy por el contrario siempre es mas veloz que yo. Y las gotas son mas perturbadoras sobre la nuca cuando te atrapan de rodillas. Al pecho resbala el sudor de la frente, veneno invertebrado, quiza licuado, como el gas. Habra que pagar la nota. No hay ruido de moscas ni serpientes. Solo buitres y un chorro cantor. Aun no me decido, no se si volverme luz entrando por la ventana o sombrilla para la coladera.

3.29.2006

El vals de un mesero a media mañana

Para mi desfortuna, no quedaba nadie en el salón del bar la noche que por fin me mirabas justo antes de volver a dormir. Yo seguía recogiendo los restos de botellas y cigarros de las mesas, y tu estabas dormida en un sillón marrón, todavía con el vestido negro desacomodado y un tacón colgando de tu pie izquierdo. Casi fue una impertinencia mía, cuando corrí a la bodega a buscar mi chaqueta y poder hacer algo útil. Cuando por fin volví de alguna manera habías girado en el sofá y ahora estabas boca abajo, tu cabello junto a un vaso desechable roto con olor a whisky. Una mano tuya, delicada y fina como el resto de tu cuerpo, colgaba del sillón aparentando que deseabas en realidad bajar de ahí, tu calzado no colgaba mas de tu pie, estaba ahora en el suelo frió. Y yo no pude mas que acercarme con la chaqueta negra que acababa de comprar y extenderla encima de tu cuerpo, midiendo y calculando cual seria la forma en la que pudiera cubrirte mas completamente. Y estaba en ese calculo matemático cuando escuche salir de tu boca un suspiro, ese olor de tabaco y de ron que nunca nadie había combinado mejor. Sin que mis dedos pudieran tener la osadía de rozar siquiera tu delicada piel, me atreví a dejar caer cuidadosamente el algodón y el poliéster, y con ellos toda mi miseria. Decidí que debía terminar de barrer el lugar antes de que llegara el gerente o algún conocido tuyo. No quería de ninguna manera que pensaran que trabajo en una pocilga. Baje el volumen a Con Nombre de Guerra, no fuera a ser yo tan estúpido como para despertarte, eran apenas las 6.37 de la mañana, y era Domingo, no era hora de levantar a una chica de costumbres modernas a esa hora. Además no tenía ningún sentido. Te calculé 20 años, uno menos que yo, así fue toda la primaria, en todo caso, era marzo y tu cumpleaños es en julio. El 25. Seguía barriendo lentamente la misma esquina del bar en la que seguías tu dormida, la misma que había empezado a barrer hacía 23 min. Tiempo que casualmente llevaba barriendo. Escuchaba Bendecida en la radio a un volumen moderado pero fue entonces cuando reaccione y dije ¿Porque pues tanto teatro? Y apague inmediatamente la radio y me coloque mis walkman encima, seguí barriendo la misma esquina. Pero tampoco me sentía satisfecho y no era por no tener todas las bachichas del suelo, sino porque no escuchaba tu respiración dificultosa y tu continua tos. Descolgué mis audífonos de mi cabeza y comencé a tararear Canto (el mismo dolor) y tome asiento justo junto a tu cabeza. El cuero negro del forro rechinó indignado pero ¿Como no iba a indignarse por mi rudeza, teniendo tu cabeza sobre el? tu seguías con los ojos bien cerrados y te encogiste las piernas mientras estrujabas el saco. Como sin querer ya eras mas pequeña que todas las esperanzas que podía albergar un niño de sexto año de que aquello pasara. Volviste a girar sobre tu eje y esta vez fui espectador, lo observe todo con detalle. Desde como apretaste firmemente la solapa del saco, hasta como tus tobillos se escurrieron discretamente por todo el brazo del sofá. Pasando por el salto que dio el dobladillo de tu vestido sobre tu pierna. Había visto demasiada pierna, quizá demasiada rodilla, por lo que inmediatamente sacudí mi cabeza para defenderme de la extraña sensación provocada. Intente pero no pude hacer mucho. Así tropecé con una botella vacía al ponerme de pie. Acompañome en mi recorrido decadente una silla, un cenicero de porcelana lleno de bachichas con algún liquido extraño, doce vasos de cristal macizo, tres tenedores, un mantel que alguna vez fue blanco, un lápiz labial, una cartera de cuero Calvin Clein, un encendedor, una mesa de madera, trece latas de cerveza que creí, estaban vacías, un silbato y un cigarro encendido (que por supuesto era mío). Con toda esta orquesta no podía menos que provocar el sonido de una estampida del paleozoico. Una vez ya en el lugar de mi abrupto aterrizaje contemple la escena con extrema precaución y cautela. Abrí los ojos y tu parpadeaste. Todavía se balanceaba sobre el suelo girando en su propio eje, uno de los platos botaneros que hacia las veces de timbal. ¿Troilo? Pregunte a media voz. ¿Paizzolla o Goyeneche? ¿Gidon Kremer o Nino Rota? El compás era una suave armonía que causaba confusión y no sabíamos si sería The waiter (1,2,3 4) o un clásico como Tschaistkotsky y su Nutcracker o su Lago de los cisnes o cualquier otra melodía de características chopinescas. Animado por la música que chuntateaba en mis tímpanos, te tome entre mis brazos, yo hubiera preferido Fantasía o Y al final, pero yo no soy un dj. Y de este modo colgaste el peso de tu cabeza sobre mi hombro, que se tambaleaba. Estabas toda sobre mi, yo fui todo tu apoyo. Y derecha primero. E izquierda después. Uno y dos. U... ¡No! y ¡Dios! Años de espera habían valido ahora la pena. Tu resbalando sobre mi pecho, dejando caer tu savia sobre mi camisa. ¿Podría ser mejor? Me pregunte con la respuesta en la mente. No, nunca pudo haber sido mejor. The old kind of summer ese fue el soundtrack, lo reconocí en el instante en el que tus pies descalzos se deslizaron sobre las sobras de frituras. Tu insistías en llegar al suelo, y yo te tome por detrás de la cintura y te alcé al ritmo penetrante de las notas. Tu seguías con los ojos cerrados y la boca, como queriendo cantar. Acerque mi nariz a tu cuello. Ya no era yo. Inhale profundamente ese olor a femenina transpiración de una noche entera de baile y ajetreo, de tabaco y de alcohol. Así levante la mirada a tus ojos cerrados y acerque tu boca a la mía. El momento perfecto. La procesión de los negros corazones en sus ultimas notas, en las mas contundentes. Y yo tan cerca a tus labios. Los residuos de licor le dan un brillo especial a ese color carmesí y no he de resistir mas. Estoy tan a punto de ... Regla fundamental: Un giro y otro mas, siempre girando, siempre en el vals. Con un leve sonido, encantador canto del bramante varón bábaro, despertaste soltando un eructo que deslizo hasta mi el aroma de churritos, viceroy, bacardi y algo de squirt. Yo seguía inevitablemente en el suelo y abrí los ojos. Y tu también. Despertaste anunciando tu regreso al mundo de los vivos con el celestial coro de las borrascas. La escena desastrosa, yo en el suelo, con lo que bien pudo haber sido un asedio de chimpancés furiosos y hambrientos. Tu seguías con mi chaqueta encima, recostada en el sillón de la esquina. Con algo de dolor de cabeza y la garganta seca. Te pusiste cuidadosamente, tambaleándote, de pie en el suelo. Aquel mismo suelo que había sido barrido por mas de 20 minutos y sin embargo figuraba un collage de arte abstractopostmodernistaconceptual ruso. Aun así no te tomó mas de diez segundos colocarte tus zapatos de nuevo. De entre las cosas del suelo tomaste la mitad de un cigarro, (creo que había sido el mío) y buscaste algo de beber. Mas nada encontraste en condiciones de consumo. Encendiste el cigarrillo con el encendedor de mi chaqueta mientras cruzabas el umbral incandescente a causa de la ardiente luz de un domingo en la mañana. Y así, como llegaste la noche anterior, te fuiste: cruzando la calle, dando tumbos y acomodándote el cabello, con un cigarro en la boca y tu vestido negro. Encantadora como nunca. Encantadora como siempre. Sin mas contratiempo que el de haber olvidado tu bolso en el tocador de damas. Ahora conservo dicha reliquia en una vitrina dentro de la bodega. Esperando ese siguiente fin de semana que siempre llegaba y que ha tardado ya doce años.

3.27.2006

¿Alguien dijo bostezo?


En febrero, juro que de verdad no sabes cuanto me extrañe. Estuve a puno de spultarme y mandarte flores. Pero no crei que fuera lo correcto despues de todo. Parecía que la piel era demasiado palida y el frio demasiado, no lo se, frio. Ane la interrogante solo pude contestar con un parpadeo que apenas y sentí. Tu no mirabas, como de costumbre, a mi no me importo, para variar. Parece que el muerto no estaba de parranda y que el corazón le dejó de funcionar. Pobre viuda ¿Quien la va a consolar? Mira si me refiero a mi cuando digo que estoy muerto. Febrero, dicen, esta loco. A mi me pareci oun tipo eleganet y cordial que me invito un descanso. Marzo, dicen, otro poco. Ya lo voy conociendo no parece carecer de nada. Mientras no toque el tema de la politica yo estoy muy satisfecho. Mira mi amor, si la furia no se volvio mar enre tus labios y mi cerveza se calento entre mis piernas ¿Donde coños ponemos los dedos cuando tu cabello este mojado? Pareces enetnderlo todo, eso te hace la mujer que quiero, la que no habla, que prefiere entender. Yo me perdi y desperte entre tus brazos bajo un arbol seco a mitad de un jardin. Si no vivieras tan al sur te pediría el matrimonio. Yo soy mas norteño, como la sopa de coditos y la Carta Blanca. Mira que si abro los ojos no quiero lagrimas. Ni mias, ni tuyas. Hazme un favor y da vuelta a la hoja, te quiero escuchar estornudar.

3.24.2006

Toda la belleza siempre es triste.


Toda la belleza siempre es triste. Se escuchaba en un sueño de Ofelia. Y se abrieron los párpados rápidamente, en paraíso arenoso se encontraba Ofelia tendida en su cama. Desnuda del alma y de toda culpa, se había muerto hacía dos noches enteras y medio día antes, contempló en las sabanas blancas, el odio humeante que aun le abrazaba el cuello, y el sabor en los labios de un beso de muerte, provocador viaje el recorrido de su lengua sobre el labio superior de su boca, arrebatando vidas, sus pálidos pies semidesnudos, apenas vestidos con un par de sandalias negras, de hilos delgados que se cruzan sobre su empeine, haciendo un nudo ciego junto a su tobillo. Y ciego fue el momento en el que la muerte visito a Ofelia, le regalo un beso y un par de bofetadas antes de llevarla, bailaron un vals, se probaron un par de vestidos, uno negro y uno tinto. Le pidió la mano y Ofelia no supo negarse. Se asomaba Ofelia al balcón, pasando la media tarde, vestida de blanco, ingenua pensando en el día que llegara un jinete, montado en un negro corcel, con una espada en la mano y en la otra un rosa, dibujaba en el piso figuras plateadas, cuando caminaba alrededor de su alcoba, y emprendería semejante vuelo. Danzaba, giraba, cantaba y la oscura habitación bañaba de luces magentas. Ofelia esta muerta tendida en su cama, ella abrió los brazos esperando amor y encontró la muerte, ahora esta tendida en su cama justo así, muerta y de brazos abiertos, sin mas problema que el de estar muerta, sin mas príncipe que el olvido y el pequeño cajón que guarda algunos recortes y un par de fotografías, sin mas rabia que la que le provoca estar profundamente muerta. La delgada trenza que se extiende hasta su hombro derecho, como fina serpiente, señal de la muerte, le acaricia la piel al roce del viento que entra a través del ventanal abierto junto a su cama, sonar de campanas al este y al norte lluvia seca que se extiende cerrando sus ojos. Ofelia, querida Ofelia empolvada, maltratada por el tiempo y la soledad que un día fuera tu única acompañante. Hermosa mi Ofelia, en tu débil puño un ramo de plumas, todas grises, hacen juego con tu cuerpo muerto y tus ojos cuando estaban abiertos, quisiste volar y ser libre, y eras libre y bella, ahora solo eres bella. ¿Cómo pudieras ser libre si ahora estas muerta? Y aferrada a tu cama, con todas tus uñas, con todo el peso del cielo sobre de ti, sobre tu cuerpo extendido, del uno al otro confín el aroma de mieles, cada una distintas, toda tu, mieles y muerte, rosas y lagrimas, viento y pasión. No lloraste Ofelia el día de tu muerte, tus párpados siguen lisos y cerrados, ¿Acaso fue la muerte quien te beso los ojos para que no lloraras? Dulces párpados color de azúcar. En la mesa de noche dos copas de vino, todavía están tibias, todavía huelen a amor, a muerte y a vino. En los muros el eco de un vals resuena de fondo, e inunda el espejo de marco dorado, por donde te observas de revez, de revez pero muerta, de revez con tu sabanas blancas, tus sandalias negras, tus plumas grises, tu balcón y tu arena, tu extendida trenza, tan bella y tan muerta. Sobre tu vientre hirviente de frió extendido, manantial desnudo, encuentra profundo dolor, el valiente explorador de la escena, una nota de puño y letra de la muerta princesa, explicación a su entrega piadosa, a sus besos de muerte, a sus vals del olvido, a su corazón muerto de frió, a su placer que mató el mío. Explica princesa, mi Ofelia ¿Porque este escenario? La nota amarrada al borde de la sabana, estaba inmóvil en el vientre plano de Ofelia, apenas una esquina se doblaba con el pasar del viento, con el pasar del tiempo. En el amarillento papel, en tinta negra, mi querida Ofelia escribiste: Es un sueño. Toda la belleza siempre es triste.

3.06.2006

Un trozo de suelo


Le faltaba un trozo de suelo al pequeño árbol. Al que olvidaste poner nombre. No responde a ningún nombre y no creo en que árbol alguno lo haga en realidad. Lo dejaste en el mueble de la cocina. Dentro de una maceta de plástico donde la tierra no cabía. Donde tampoco cabía la ausencia de una abandono como el tuyo. El arbolito no se quejaba ¿Y yo? ¡Cuanto llore! Y regaba a cada mañana aquel arbolito abandonado ¿Y yo? Yo lo regaba. Por lo general acordándome de ti. Él estaba solo ¿Y yo? Yo también. Y después de una mañana de invierno ya no.
Recargue mis codos sobre aquel mueble y clave mis ojos en sus hojas. Comenzó entonces mi estático vida en un posición desde la cual podía preparar café y encender un cigarro, además, no estaba solo. Yo me fumaba un cigarro y él me pedía la cenizas. Yo preparaba un café y el se bebía la mitad.
Existía un dialogo constante entre él y yo. Entre yo y él, todo el tiempo, constante ¿Ya lo dije? No me importa, ni a él tampoco ¿Como le va a importar? Contando historias o segundos o minutos.
Mis pies comenzaron a soltar sus raíces y cada mañana en mis ojos el roció. El árbol tan inmutable, parecía enternecerse. Mis dedos y mis párpados comenzaron a marchitarse.
Llegaban todo tipo de recibos pero el árbol en realidad no debía nada a nadie. Comenzó a perder sus hojas de repente ¿Y yo? Yo el cabello y las ganas de licor. Él no crecía demasiado mientras que yo me sentía cada vez mas pequeño frente a él. A él no parecía importarle ¿Porque habría, pues, de importarme a mi? Sus hojas diminutas, y escasas ahora, como mis dientes se empezaron a teñir de amarillo. Y su conversación más lenta pero mas cálida. Yo seguía vertiendo café en sus raíces y ahora también en las mías. Seguíamos encendiendo tabaco y ninguno fumaba. Su débil tronco se fue doblando y mi columna también. Seguía regándonos a ambos cada mañana con las mismas lagrimas y recuerdos de siempre.

2.03.2006

Sueños y Humedad

Viernes, 5.43 de la mañana. El agua sale de la regadera de manera muy irregular. Su temperatura se vuelve el unico factor fundamental a esas horas. Las ideas no son aun muy claras y generalmente son mas irregulares que el agua de la regadera. El jabon ha recorrido pacientemente el escrupuloso perimetro que forma mi silueta. Ahora me dedico a entretenerme con mi cabello, frotandolo sobre mi cabeza enjabonada. Justo estaba por quitar la espuma de mi cuero cabelludo cuando vi pasar junto a la regadera, unos pies delicados y desnudos que iban goteando agua calida, humeante. Eran los pies de una dama, lo supe por las pantorrillas que habian brillado fugazmente entre el vapor. Supe que había dejado la puerta abierta. Tras de si, los diminutos pies habian dejado un charquito del tamaño de mi mano, pero con una forma mas fina, mas delgada. No preste mucha atención y con mas curiosidad que asombro me apresure a salir de la regadera. Entonces decidi seguir los charquitos. Primero de donde procedian: el lavamanos que tenia la llave del agua caliente abierta, justo como la que yo dejaba atras en la regadera. Debajo del lavamanos habia dos pequeños charquitos tan simetricamente acomodados que parecian dibujos del azulejo azul (todos los azulejos deberian de ser azules o deberian existir amarillejos, moradejos, etc). Acto seguido me coloque cerca del suelo. El aroma que se desprendía de lo que ahora parecian unas huellas dibujadas con un agua que se pintaba como de violeta, era como de una crayola color amarillo. Al menos eso me recordaba. Estuve a punto de alargar mi lengua hasta alcanzar el agua. Decidi que podia parecer raro. Despues segui los charquitos inquisitivamente y con la cabeza gacha y enjabonada. Senti un martillazo sobre la cabeza y la levante bruscamente para darme cuenta que las huellas desembocaban en mi closet, cuyas puertas habia dejado cerradas. Aquel golpe provoco que toda la espuma se esparciera violentamente en el aire, donde parecio inmutarse un momento para despues caer como plomo sobre el suelo, que crei abujeraría. Pero no fue asi. Abri las puertas del closet. No encontre leones. No encontre Narnia de Narnia. Habia sacos viejos. Un par de tenis. Un poster de alguna cosa desagradable. Y cuatro cajones, de los cuales uno estaba goteando. Era el ultimo. El que estaba pegado al suelo. Lo abri y vi ahi un mar inmenso y claro. Le falta profundidad y a mi algo de ropa. Me sumergi.
Viernes, 7.15 de la mañana. La escuela tiene un candado del tamaño de un rinoceronte o de un gato. No lo se. Pero se que lo estaban retirando en ese momento. Y se tardaban. El salon de clase no era frio. Y mi cabello seguía humeante. Como mi cigarrillo. Como la regadera que seguia abierta junto al lavamanos abierto tambien. Tome asiento silenciosamente. Y tome notas con un lapiz del 2. Mientras escribía algo acerca las hierba curativas y su utilidad para nuestro sistema economico neoafricano, senti el golpe de una avispa cayendo sobre mi cuaderno. Entre la palabra "jodido" y la palabra "sistema" habia un espacio considerable. Donde cabria sin preocupaciones igual la garra de un gato, que una coma, que la pata de una araña, que una gota de agua calida, de fragancia extravagante, caida del techo donde se concentrara una cantidad de humedad considerable, justo como acababa de ocurrir. El comunista de mi profesor hablaba de algo asi como abrir un McDonald's vegetariano o algo asi, pero que ademas te pudieran hacer una limpia y venderte algo de droga, cuando yo abandone el salon de clases con la mochila sobre la espalda, y el cuaderno abierto donde la gota habia aterrisado o acuadernizado. Como quiera que fuese. Me dirigia a la escalera que subia y bajaba tambien. Llegue al segundo piso guiado por mi instinto y por ese aroma a crayola amarilla. Camine en direccion al salon que estaba justo arriba de en el que yo habia estado hacia unons segundos. Y lo encontre lleno de estudiantes deseosos de conocimientos y de licor. Respondían algún examen. Entre y en el techo vi de nuevo la mancha de humedad. Con el cuaderno aun abierto me coloque debajo de ella. Y no dudo ni un segundo en caer un delicado chorro de agua violetizada y con olor a crayola amarilla. Parecia un fino estambre arrancado de la madeja lunar. Parpadee. La gente me miraba extrañada. Yo no tenia esa sensacion. Paso algo similar en el tercer, cuarto y quinto piso. Cuando finalmente llegue a la azotea del edificio escolar la encontre vacia y sin techo que pudiera gotear. Pero casi en el centro del lugar había un dedal colocado delicadamente sobre una tetera de la que caía una cascada hipnotizante. Regaba los lirios purpuras que crecían en el suelo. Nunca fui una buena balsa. Me ahoge.
Viernes, 12.23 del medio dia. El autobus a esta hora normalmente, como hoy, viaja algo lento y bastante vacio. Al pasar sobre el puente de "puente'sbridge" vi algo que me parecio singular y llamo la atencion. En el rio "rio'sriver" toda el agua avanzaba en una misma dirección con una fuerza similar. Por eso baje del autobus inmediatamente. Me converti en etstigo del brillante espectaculo. Estaba maravillado. De pronto senti caer sobre mi frente arrugada lo que pudo haber sido el instinto fatidico de un ave, una lagrima de Dios, o bien, el anuncio de una tormenta, una gota de lluvia esculpida con pigmentos magentas y aromatizante amarillo. Mire al cielo. Sobre mi se extendia una especie de nube del tamaño de un microondas o de un lapiz. No lo se. Pero se que estaba goteando. Tenía alguna averiacion. La gota y su trayectoria hasta mi frente se hizo mas continua con el pasar de los segundos. Sabía que en poco tiempo tendria un diluvio sobre mi. Entonces las gotas se volvieron un hilo. Y el hilo se hizo varios. Y varios fue bastante lejos. Entonces tome uno de los hilos y cabalgue montado en el hasta la nube. La atrtavese llenandome de ese aroma atmosferico. Una vez encima de la nube vi los rios. El mar en un cajon. Vi los lagos y los rios y una tetera y un dedal. Vi un arcoiris en blanco y negro. Como yo. Me vi hecho un bañista. Me vi heho un bote. Una taza. Me vi ebrio. Me vi en la regadera y decidi pasar a tomar un baño en el lavamanos. Y olvide cerrar la llave. Siempre lo olvido. Y me vi hecho nube. Y me precipite.

1.30.2006

Por eso y no por otra cosa.


Yo no hice historia, muy al contrario me fui haciendo viejo queriendo, con voluntad y sin sobrepeso. Las aerolineas no estaban saturadas pero de cualquier modo, dudo mucho que el dinero me ajustase para caualquier billete, para cualquier lugar, y del mismo modo nadie me espera. Si alguien espera ese soy yo. Yo y una maleta cafe que sigo llenando de estampitas con banderas de todos lados, que voy recojiendo del suelo o tomando prestadas de otros equipajes, me da igual. Y un tio que se me acerca.-¿Estais esperando vuelo? .-No. Estoy esperando al tiempo haber si ya se acaba. -Pero eso es ridiculo. -Mas ridiculo sería que le dijera que me interrumpe.- Tenga un buen día hermano. - Adios buen mozo.- Y asi con la delicadeza de un rinoceronteme voy despiediendome de algunas personas, de algunos amigos, amistades PLL's en el idioma de los camareros, son para llevar, cortas y hefimeras. Relaciones, algunas mas que otras, que ninguna esta de sobra. Tampoco tomare un autobus, ni tomare un taxi, ni una hora, ni dos con anticipación. Este es un buen lugar, que si deja de ser bueno siempre sera favorable. Pero la maleta siempre estara lista y vacia, como de costumbre. Con algo de buena suerte hoy me quedare en casa y viajare un rato, o fumare antes, o quizá despues. Cuelgo mi guitarra a mi cinturon y un par de nombres, o dos: Claudia, Georgina, Alejandra o Alejandro, Alma quizás, no lo he pensado. Millas me faltan, ganas también, como dinero y buen licor, o como firmeza y determinación, pero en eso estoy trabajando. Hago grandes esfuerzos porque mis pies se queden en su lugar cuando viajo y no es otra cosa que cerrar los ojos un rato, y mantenerlos bien abiertos, como los oidos, como cuando cae la lluvia. Mis botas siguen estando nuevas desde que decidi que asi fuera, y asi ha sido. Existe otro mundo mas alla del que vemos y oimos, yo lo conosco, tengo amigos en la aduana, en la frontera hay mas gente como yo, tambien son pilares escenciales del exito de la televisión. En ese mundo hay diamantes en forma de respuestas y oro que se escurre por los oidos, oro gris como el que baña las catedrales. Me invitó un amigo, uno de esos para llevar y me llevó. Cosa de un par de años. Yo tambiénme invito de vez en cuando, cuando los Euros no son tan europeos como los niños africanos. Cabe la posiblidad, siempre y cuando sea muy remota. Hoy estoy en Los Angeles y mañana con ellos quizá, eso espero. No viajo rapido como las malas noticias, aunque yo sea una de ellas, viajo como las mariposas, las mas pequeñas, aplastado contra el parabrisas de un automivil, con el viento de frente, las alas abiertas y casi sin vida. Por eso y no por otra cosa es que soy...

1.27.2006

Pensé

Mi lugar de trabajo se encuenra en una zona de la ciudad que esta literalmente en construccion, es decir, esoy rodeado de gente interesada en revistas vaqueras, modelos (en lata) y coca colas. Mi oficina esta en un quinto piso de un edificio que tiene apenas unos 25 años aproximadamente, enfrente de eset se esta construyendo uno de 20 pisos, a la derecha se esta construyendo otro de 15 pisos, y a unas cuadras esta construyendose un paso desnivel. La cuestion es que cada que voy a tomar el autobus debía caminar por la acera del edifcio en construcción de enfrente, y pues los honrados trabajadores que me observaban desde los pisos superiores tenían varios días chiflandome y gritandome piropos desde arriba, paso generalmente a la hora de la comida y a la hora de salida.
Uno de esos días sabados en que trabajo medio día como ellos, salí y camine com ode costumbre a tomar el camion, con mi camisa planchada y mi corbata bien anudada al cuello, ellos viendome desde arriba, ya me había acostumbrado a escuchar sus alaridos como de perros hambrientos por eso no se explicar que fue lo que dijeron antes de que sucediera lo que sucedió. Del cielo cayo esporadicamene media torta, no se decir exacamente de que era, o que tenía adentro pero era una torta, un bolillo y especies dentro, de eso nohabía duda, acababa de caer justo a mis pies, quiero pensar que ese era el objetivo, que aterrizara frente a mi y me diera cuenta de que es lo que come "la gente como ellos", en ese preciso instante abri los oidos al olor de concreto que llegaba a mi nariz y entendi justo esas palabras "para que comas lo que come la gente como nosotros" añadiendo adjetivos tan folkloricos a los que estoy tan acostumbrado, como a las tortas, como al lugar donde vivi 18 años de mi vida, mis mejores 18 años donde comíamos a veces con menos que eso, enjarrando paredes, mi amigos y yo para poder comprar cervezas, para impresionar a Susy y a Dianita, pobrecitos nosotros, con tan poca edad y con tantas ganas, como ellos ahora los veía y me recordaban aquellos muchachos delgados y presuntuosos.
Al pensarlo mejor creo que no intentaban que lo comiera, hubieran preferido que subiera al camión con el en la cabeza, embarrado en toda la cara, sobre toda la ropa. Risas glamurosas con palabras afinadas tales como "pendejo", "puto" y millares de sinonimos fueron despaareciendo a mis oidos sosrdos de nuevo, salet aquel pedazo de disgusto artistico que estaba a mis pies, no sin anets haber revisado mis zapatos para el gusto de los obreros que reían y grittaban ahora con mas fuerza, pero con la misma falta de sentido.
Segui por mi camino con el mismo paso indeciso con el que sali de la oficina, con el mismo cigarro encendido, pero mas corto, pulcro en mis ropas y mis zapatos, era mas increible que cierto, pero asi segui sin levantar la cabeza, sin la mas minima expresión de repulsión u odio, sin la sensación de haberles hecho algo alguna vez algo, pero yo pensaba como ellos pensaban, y los entendía. Solo había una cosa que quedaba como enferma en mi cabeza dando vueltas desesperadas. Pense:
"Ojala que nunca, por nada del mundo a sus hijos les falte ese pan que han querido aprovechar sabiamente haciendome pensar,´poniendome a reflexionar, poniendome a pensar. Ojala de verdad nunca les falte la leche en sus casas y les sobre las cervezas, ni les falte el amor y les sobren las mujeres, ni les falte la educación y les sobren las escuelas, ni les falte la paz y les sobren las banderas y los partidos de las chivas, ni les falten la luz y les sobren las televisiones, ni les falte el agua y les sobren las fiestas de quinceaños, ni les falte piedad y les sobren los crucifijos." Pense, pense y sirvió: Gracias.

1.20.2006

Sin un Peso


Puede que hoy sea el mejor día de mi vida, pero eso no lo sabre sino hasta que este completamente muerto. Solo entonces tendre la oportunidad de hacer una compleja evaluacióin de todos y cada uhno de mis días. Justo ayer caminaba por la misma calle que hoy, solo que en distinta acera y me dije : "Seguro que hoy es el peor día de mi vida" pero eso es algo que tampoco podre saber sino hasta que se me acabe la jodida respiración por completo. Mientras tanto me gusta ir diciendome a mi mismo que todos los días son mejores o peores según mi estado economico y no tanto de nimo. Por que algo que Adam Smith y Marx olvidaron es que el esado de animo del hombre siempre es directamente proporcional al numero de billetes que hay en su bolsa. Por ejemplo, puedo ser el hombre mas feliz del mundo siempre y cuando haya un par de "sorjuanas en mi bolsa" o de menos uno. Y puedo ser el peor de los comunistas cuando no tengo un cigarro o un transvale. Asi pues la inetrrogativa más constante en esta hilación de premisas es ¿Como coños llego el pinche Marx a plantearse semejante barbaridad si venía de una familia bien posicionada? Entonces es donde yo voy a responder, cuando Marx llega a Berlin lleva el dinero de su padre que desperdicia en su intento por ser poeta y tener una vida de excesos, lo unico que consiguió fue que su poesia fuera muy mala y que su padre se quedara sin dinero. Despues de todo el circo "decide" trabajar pero entonces ya no tiene el apoyo de su padre, a quien odiaba (para varear) pero no le va muy bien y conoce a Engels y de quien vive el resto de su vida, Engels tiene recibe las rentas de un departamento y es de ahí de donde vive Marx. Por eso es que Marx odia también el capital, como yo, cuando estoy como ahora sin un peso encima, ni cigarros. Si Marx me hubiera conocido se hubiera dado consuelo pensando en que al menos yo no tengo ni un amigo como Engels.

1.17.2006

El viejo Mostachon


Lunes, 9.30 hrs. día normal, como todo lo que es mio. Como mi escuela, lugar al que me drigía justo ese día, justo a esa hora en la que me encontre con aquél anciano de aspecto rabioso y gruñon. Como no tengo mucho viviendo en ese vecindario olvide cual era la linea de autobuses que había de llevarme a mi destino. Opte por preguntarle a aquel señor de aspecto gruñon, bien rasurado, de bastón de palo, cachucha sucia y lentes oscuros.
.-Buenos días señor ¿Sabe ud. que camión me lleva a la normal?
.-Creo que la 637 - respondió rapidamente y acto aseguido comenzó a explicarme toda la ruta, calle por calle. Yo lo escuche detenidamente pero con cara de enfado, debo reconocer y me dije a mi mismo "Mmm, y yo pense que estaba muerto" aquel viejo hablaba y hablaba sin parar. Hasta que me platicó que el tomaría el mismo camión que yo, pense que sería un viaje largo y que hjabría que ir haciendose a la idea. Pero cuando me volvi a su rostro de nuevo, pude ver a travez del oscuro cristal unos ojos cristalinos y tiernos, maltratados y rodeados de arrugas. Y continuo diciendome que iría a la secretaría de transito a comprar algunos transvales, me sentí por completo identificado con él porque yo por mi parte iría también a comprar algunos a mi escuela. Y comenzó contandome que era muy dificil para un señor como él, con sus 78 encima, poder conseguir un trabajo, además no era nada sencillo desde que vivía completamente solo. No quise preguntar porque y decidí preguntar:
.-¿Entonces como hace para ayudarse? - El giro la cabeza hacia el camion que se avecinaba y me pregunnto discretamente si era el nuestro, yo responbdí que si y él alzó la mano. El camión pasó de largo y los dos quizimos pasar por indiferente el percance y continuamos la conversación y me comentó que thabía tenido 12 hijos. - Eso es un gran alivio - le dije como para admirar ese trabajo que debio ser duro, pero el respondió que solo una de sus hijas lo ayudaba economicamente y otra solo de vez en cuando, a todos y cada uno de ellos hacía algunos años que no los veía, y aquella que lo ayudaba vivía en los Estados Unidos de America. Continuó contandome como fue que 2 de sus hijas habían perdido la vida con la misma enfermedad y a su esposa la había arrollado un auto, aunque él uso una expresión mas clara: "la mató un coche" y despues como era que uno de sus hijos, al que me jor le iba economicamente era dentista, despues rió levemente y me mostro lo que en cualquiera hubiera sido una sonrisa, en aquel viejo solo era mas carne gastada en un orificio situado debajo de la nariz, lo mostró un rato señalando cada uno delos lugares en los que debería de haber ido dientes, despues agachó la cabeza, y yo seguía sin mostrar ni lastima, ni pena, ni asco, solo compasión, algo de rabia y demasiada impotencia. Él no estaba cansado asi que prosiguió, y terminó de decirme cuanto era lo que le había mandado su hija del norte esta navidad y metió su mano en el bolsillo y saco tres monedas de 10 pesos, y me dijo que los transvales eran una gran ayuda y yo asentí. Me contó que una señora en el cuarto que renta le hace de comer y le vende la comida barato. Yo estaba como estaría cualquiera, pues no se como estaba no lo recuerdo, pero recuerdo que en mis cinco sentidos e impactado, había recibido un sincelaso sobre la frente, era dificil de entender todo eso y no sabía ya que decir, cuando como providencialmente apareción un nuevo camión de la linea que esperabamos, pero en realidad no quería terminar la historia y preguntó de nuevo si ese era, yo respondi que si, y alzamos las manos los dos, pero de nuevo el conductor hizo caso omiso de nuestra señal. Esta vez como la anterior no hicimos mucho caso y entonces el viejo, al que ahora había apodado "mostachon", dijo una frase que espero nunbca olvidar: "No se quienes son mas dificiles de entender si los camioneros o las mujeres" y mire su rostro, y donde hubiera tenido lugar una sonrisa ahora podía ver yo una mueca de satisfacción ante su comentario y mi risa ridicula y poco disimulada. Y aquel momento dio ocasión del consejo que nunca sobra, y comenzó a decirme que ahora que tengo padres tengo que aprovecharlos y cuidarlos, y apoyarlos y esas cosas a las que uno no presta mucha atención sino hasta que escucha cosas como: "mi hijo en cambio cada que tengo un dinerito, viene con un apuro me pide prestado y ya ni le pagan a uno", en ese momeno sentí como si hubiran agarrado la piel de mis pies con unos ganchos amarrados a un camión de volteo en marcha y fuera quitandome cada centimtro de piel. Yo asentía con la cabeza y no podía mas, pensaba yo, era imposible que se pudiera ser tan asquerosamente despreciable ante tanta ternura, pero esta vez no solo asentí sino que dije algo que realmente estaba sintiendo y pensando.
.-Seguro se les ha de olvidar las noches que usted tuvo que andarlos cargando y ayudando y sacandolos adelante. - El reprobo con la cabeza y como cerrando los ojos por no querer recordar alguna cosa que esta vez cruzaba su mente. El camión se aproximaba de nuevo y esta vez no estaba dispuesto a perderlo, si continuaba un rato mas ahí hubiera abrazado al viejo mostachón y hubiera querido contemplar el rostro que seguramente no hubiera sido de satisfacción. Asi que alze mi mano con todas mis fuerzas como si el conductor fuera a tomar en cuenta la fuerza con la que uno pide la parada. Por obra de algún Dios se detuvó y le cedí el paso y despues de él sse lo cedí a una señora y a un señor de menos edad. Justo antes de arrivar el autobus eleve una plegaria al cielo, un plegaria pequeña como mi fe, como mi suerte. La elevé como quien toma una moneda de baja denominación, como quien eleva la mano para cubrirse del sol. Sería bastante ridiculo exponer aqui la plegaria era demasiado mundana, demasiado tonta.
Dios, como para burlarse de mi, cuando termine de pagar al conductor quise buscar el asiento en el que estuviera Don Mostachon para no dejarlo viajar solo, pero cuando encontre su delineado y delgado bigote debajo de la cachucha azul, encontre de nuevo la mueca de satisfacción, esta vez mas amplia. Estaba sentado justo a un lado de una señora de 40 años de una expresión muy seria y detras de un matrimonio de unos 60-65 años, con los que iba platicando muy alegre, cuando pase mis ojos por los crisales oscuros aquellos ojos cristalinos parecían humedos y me miraron, y se encojieron en su lugar.
Yo pase junto a la emocionada pareja y queriendo prestar mucha atención a aquellas voces gastadas solo alcanze "hace ya mas de 20 años" y "eso fue por que creimos que habías muerto". Yo al pasar junto a ellos y escuchar eso y me dije: .- "Que curioso a todos nos da la misma primera impresión, don mostachon".

1.13.2006

A Violeta

Olvide cuando fuimos angeles y lo olvide todo, desde aquel viento con el que te regocijabas hasta que e alcanzaban las olas y yo te perseguía soplando con fuerza para levantar tu vestido, hasta aquel horizonte gris que pintaste de amarillo cuando lo rozaste con tus cabellos, y yo solo lo manche de rosa.
Olvide cuando fuimos bestias y lo olvide todo, desde aquella mañana fria en medio del desierto y las olas golpeando el costado, hasta la noche en que los cazadores arrastraron sus bagonetas hasta mitad de la selva y me pediste que corriera y yo te arañe la cara y tu deshiciste mi espalda.
Olvide cuando fuimos hierbas y lo olvide todo, desde el rocio silvando antes de resbalar entre mis manos, hasta la enredadera que te volviste siendo hierba buena. Y yo tan hierba mala, y tu tan manzanilla.
Olvide cuando fuimos notas y lo olvide todo, desde aquel clavicordio donde te enlacé siguiendo tu bemol y tu te clavaste en mis cuerdas hasta volverte disonancia, hasta aquel viejo piano monocromatico donde celosamente arranque los decibeles de los muros y te alcance en el vuelo justo a tiempo para formar el sonido de un cencerro.
Olvide cuando fuimos aves y lo olvide totdo, desde aquel nido donde guardabas caramelos y dejabas los gusanos para mi, hasta la nube que sonrio la tarde que me decidi a pedire matrimonio.
Olvide cuando fuimos mariposas, y lo olvide todo, desde tu contoneo an peculiar y propio que decidi estudiar por tantos años y que fue mi ciencias favorita, hasta el polvo que dejabas cuando sin querer el viento se atrevia a ir en ora dirección.
Olvide cuando fuimos llanto y lo olvide todo, desde la fiebre que asesino a tu gato, que se habiá comido mi tortuga, hasta el entierro de tu madre junto a tu padre y hermanos.
Olvide cuando fuimos miradas y lo olvide todo, desde el encuentro furtivo a mitad del anillo periferico donde casi perdias la vida y yo llegue justo a tiempo para no hacer nada y gritar como histerico, hasta la noche que preferiste que durmiera en el sofa.
Olvide cuando fuimos marmol y lo olvide todo, desde aquellas horas dulces en que tu danzabas tan estatica que prefiria no mirarte, para no romper el cubo que me limitaba el alma, hasta los minutos en los que recibi los ultimos golpes del martillo.

Olvide cuando fuimos humo y lo olvide todo, desde la luz violeta que atravesaba tu silueta, donde me imagine tantas veces haciendo las veces de luz, hasta la ultima forma que tomaste despues de enlasarte conmigo y hacernos trenzas multicolor para despues disiparte y dar lugar a la luz, y solo la luz.
Olvide cuando fuimos hombre y mujer y lo olvide todo, porque asi lo prometí, todo.

1.09.2006

Mi Fortuna


Tengo una deuda exetrna de un millon de explicaciones que inetntare pagar con quinientos pesos en vales de pretextos. con un cheque sin fondos de mil esupidos silencios tratare de amortizar los "porques", los "para ques" y "Para cuandos".
Compre un par de acciones en maltratos, en la bolsa de valores, por si acaso tus preguntas llegaran a sublimarse.
Tengo la mitad de una respuesta bien guardada en un cochino de porcelana, que guardo bajo la cama, por si algún día la ocasión lo reclama.
Tengo un martillo para reventarle el tabique a quien intente robarmelo.
Tengo un baul repleto de dudas que riego con una mangera muy ancha, de donde brotan ideas, a veces confusas cuando hay escases. Saco, de vez en cuando, el baul a la terraza para que les de el aire y no sean vicitmas del enmohecimiento, por eso es también que a veces viajo. Viajo y pago con mi bastardcard y puedo sentirme orgulloso de acumular puntos en mi aereolinea, que cuenta con mas de 500 bibliotecas.
Tengo tambien un sabio bigoton en la torre mas alta. Él es quien me ha enseñado a ahorrar y a el le debo mi fortuna.
Tengo una rana purpura en el estanque y un jardin repleto de respuestas que nunca he llegado a enteder. Por eso me ahorro mis comentarios.

1.03.2006

El joven del jardin

Estaba el joven sentado en el cesped de un jardin poco recurrido. Nada recurrido para ser exactos. Porque apenas y cumplía con los requisitos que un area verde necesita para ser llamada jardin: un arbol, dos arbustos nada simetricos, tres arboles pequeños, cuatro flores, a las que podríamos llamar silvestres, y un abastecimiento inmenso de tierra.
El joven se encontraba, podríamos decir, en el centro del jardin (si consideramos que los desiguales, malmedidos y chuecos lados del jardin formaban una figura que pudiese tener centro). Desde ahí alcanzaba a vislumbrar las dinamicas luces de un semaforo que osrevaba detenidamente, pero sin dejar de presionar con su mano izquierda el abdomen, queriendo detener el trafico violentamente rojo, que el orificio situado debajo de su ultima costilla izquierda iba vertiendo sobre su camisa blanca, que ya no lo era tanto. La mano derecha (por no decir el codo y todo el antebrazo), por su parte, servían de sosten a todo el cuerpo inclinado sobre ellos, es decir, las maltratadas piernas horizontalmente sobre el pasto, la espalda formaba una rampa de aproximadamente 25º conforme al suelo. Y la cabeza del joven mirando al semaforo, interrumpido solo a veces por ese colgar su cabeza del cuello, para dejar descansar este ultimo.
Bajo aquel semaforo, objeto de su admiración, la gente se sigue acumulando, todo al rededor de un par de automoviles (si podemos llamarle asi al conjunto de alambres y alambrones malacomodados y amorfos) que permanecían inmoviles, con un par o dos de personas (si podemos asi llamarles también) en el "interior", en el mismo estado de dinamica y forma que los autos.
El joven optó por aflojar el nudo de su corbata roja y desabrochar el primer boton de la camisa. La expandida mancha en la camisa ala altura del abdomen, hay que decirlo ¿Porque no? hacía juego con la corbata y combinaba con el azul marino de su pantalon, cuyo cual, estaba sucio y graciento, cosa que impedía percatarse de otras manchas de la misma epsecie que la primera, pero sin dejar que pasen por alto las rupturas que presentaba en la entrepierna, junto a la bolsa izquierda y otra al final de la manga donde se abría la costura lateral exterior derecha, desde la rodilla hasta el empeine, lo que le daba un aspecto setentero entre otras cosas.
Un par de señoritas, temerosas y finas transeuntes del descuidado barrio, hicieron este ultimo señalamiento acerca del pantalón, al que denominaron old fashioned, al igual que al cabello despeinado y manchado del joven, eso si, la corbata si que venía al caso- comentaban entre ellas- era lo unico rescatable de aquel anticuado tipo, que además tenía los peores gustos para descansar.
Sobre el cesped, aquel joven iba haciendo pequeños surcos sobre el lodo con los dedos de su mano derecha, que se negaba a sucumbir frente al poco peso de su cuerpo. Los ojos grises y bien abiertos no se apartaban de aquella borrosa imagen del tumulto bajo el semaforo, al que nadie hacía caso ahora. Y quizá ni ahora ni antes, porque de haberle hecho caso seguro que no estarían los autos en ese estado, y la gente no se hubiera reunido ahi con sus caras de ridiculo asombro y estupida preocupación, a las que ahora se sumaba una sirena, un par de luces ambar y tres paramedicos con cara de ser capaces de calmar a cualquiera.
Pero el joven del jardin no parecía tan calmado despues de todo y antes de intentar soltar un grito, dejo de nuevo colgando su cabeza del cuello y la alzó para dejar salir un minusculo sollozo que ni siquiera él escucho, porque ni siquiera abrió la boca. La excitación solo se notaba en sus ojos bien abiertos y sus cejas perpendiculares. Al hacer este ultimo movimiento hizo notoria su presencia en el jardin para un oficial de policia que pasaba por ahi casualmente. El oficial notó esa anormal conducta del sujeto del jardin - Quizá estaba tratando de esconder algo - el justiciero pensó -Quizá tenga droga por ahí guardada, o ¿Que tal que la acabe de consumir?¿O si casualmente resulta que esta bebiendo? o peor aun ¿Si estaba fornicando y esconde una chica debajo de esa chaqueta azul? - Solo Dios sabe cuantas mas barbaridades y de que tipo fue imaginandose el oficial mientras caminaba al rededor del jardin para concretar alguna de sus sospechas. Pero para su desgracia, y la de algunos mas, antes de comenzar su quinta vuelta se marchó, decepcionado de no encontrar mas que aun tipo raro y sucio, al que le gustaba el color rojo y que parecía ser demasiado aburrido y palido.
El joven al verse tan presionado por el ruido que hacía aquel aparato estridente que iba penetrando lentamente los restos del Honda Civic que solía manejar su novia, se vio obligado a resbalar su codo derecho y ensangrentado, sobre el lodo para quedar acostado completamente. Todo sin retirar en algun momento su mano izquierda del abdomen. El ruido no cesaba y el joven alcanzó con su mano derecha la bolsa izquierda de si chaqueta de donde saco una caja con cigarrillos, con algo de esfuerzo se colocó uno en la boca enterregada, y con el encededor de gasolina que acababa de sacar del pantalón, puso a consumirse el cigarrillo.
Comenzó a respirar hondo, y a formar grandes nubarrones que parecían subir a tocar el cielo que a su vez se iba oscureciendo, y ya dejaba ver las primeras estrellas.
El joven recostado sobre sus cabellos iba esperando anciosamente que cesara aquel sonido que se conjugaba con el rechinar de llantas que aun le agitaba la cabeza desde hacía 2 horas, una y otra vez.
A un par de señoras, masomenos jovenes, que solían pasear a sus mascotas y a sus niños, masomenos jovenes, les tocaba coincidir aquel día con aquel joven, que ahí tendido iba respirandose el humo -humo al que aquellas damas habían denominado "mortal"- que parecía ser el mismo humo que en ese instante sostenía en sus grandes bocanadas el anhelo de aquel joven.
Las respetadas mujeres, en su breve y delicado conversar sin puntuación, habían tocado el delicado tema de los hijos, sin olvidar poner un pequeño enfasis en las palabras: "holgazan", "maleducado", "desentendido", "desatinado", "malformado", "descuidado", "poco querido" y "olvidado", al mencionar que no quisieran que sus criaturas terminaran de aquel modo, haciendo un pequeño ademan con el dedo que se dirigía, como sin querer, hacia aquel joven que encnedía un segundo cigarro, sin hacer esfuerzo alguno para levantarse del suelo, peinarse un poco los cabellos o sacudirse las manchas negras y rojas que llevaba en todo el cuerpo.
Permanecio con los ojos abiertos al cielo, a donde se le escapaba el humo, y pensó que le gustaría a él también (si existía un cielo) llegar ahí. Y pensó en rezar. Para sus adentros recitó - Padre... Padre nuestro - recordaba con firmeza - Padre nuestro que estas en... - Para su mala fortuna había olvidado donde era que Dios estaba. Tantos años repitiendolo tan claramente y hoy que había decido ir a buscarlo, había olvidado donde estaba y se preguntó - Si yo fuera Dios ¿Donde estaría? - Y en sus escasos minutos de cavilación como intento de repsuesta concluyó - Si yo fuera Dios estaría controlando las luces de todos los semaforos y me aseguraría de que todos las observaran-.
El joven hizó un esfuerzó, se acomodoó en su posicón original y contempló de nuevo el semaforo, el tumulto, al que se habían sumado dos señoritas, un policia curioso y dos señoritas masomenos jovenes con sus dos hijos masomenos jovenes. Del tumulto sacaban ya grandes trozos de ropa rellenos de algo, cubiertos con sabanas blancas, que le recordaban a su camisa, la cual seguñia sosteniendo con su mano izquierda.
El semaforo permaneció en rojo, contraste perfecto al negro del cielo. El joven fumo, contraste perfecto perfecto al olor de la vida.
La luz declaro el siga. su cigarro se apagó y el joven se desplomó.