7.23.2006

Hambre (El dia que decidi ser vuestro)


¿Que hay de raro en despertarse una buena mañana con el sonido de los pajaros en la cabeza? Literalmente, escuchaba poco lejanos aquellos alaridos inquietantes de los emplumados viajeros tan cerca de mi, que abri los ojos y estaban alli, pellizcando mi poca carne atravesandola con las garras maltratadas, con los picos hambrientos. Conozco el hambre y es algo asi como despertarse y tener el cuerpo lleno de aves que penetran la piel. Había un ave especialmente concentrado en acabar con mis oidos, me susurraba cosas como "Existe un mundo mas alla de tu nariz, retirate de los espejos." Me estuve unos momentos ahi contemplando el espectaculo, suponiendo que saciarian su hambre y se largarían. A nadie le gusta que le interrumpan cuando esta comiendo. No a mi, al menos. Y me ensucie los dedos con el polvo de mi cama, mis sabanas danzaban alegremente mientras los cuervos le siguieran invitando de su bebida. Mi sangre. Un reguero de plumas fue todo lo que quedo de aquel banquete precioso.
Yo, un Icaro y un Prometeo tendido ahi en la cama, intentando no pensar en los espejos. No pensar. Los espejos. Me levante con el poco sentido comun que siempre he tenido y me di cuenta que estaba en mi habitacion, una jaula de dos metros por lado. Cada muro un espejo. Cada espejo el mismo rostro. El gris en los ojos. El beso en los labios. La bala en la frente. Las mismas plumas empolvadas de siempre. Mire hacia arriba, el cielo seguia siendo la misma mancha gris de hacia unos meses cuando me habia decidido dedicarme tiempo completo al sueño, a ser la comida de mis iguales, de los gusanos. Hoy que estoy despierto todo sigue igual, al menos yo. Hube de levantarme entonces, eguía teniendo el mismo dolor en la rodilla izquierda, ese que vuelve cada vez que intento no volar. Ahora lo intentaría sin duda, hubieron de despertarme unas aves que tosian sobre mi cadaver, y eso de alguna manera debe significar ya algo. ¿Que son doce metros para un cuerpo maltratado y una mente vieja y molesta como la mia? ¿Que son todas esas imgenes de mi frente a mi? ¿No soy yo quien debe enfrentar a los demas? ¿Que son doce metros para un par de alas secas que un dia, hace dos pares de años, se echaron el mundo encima? Yo, que soy solo un par de miradas mas, y un monton de tos y reclamos. Alla voy gris manto extendido sobre las cabgezas de los hombres, no intentes marcharte al oceano, me ha dicho que no quiere volver a verte. Alla voy. Al sol. Azul. Al cielo. Siempre quize ser un ave normal. Siempre he sido un ave muy normal. Nunca sabre si fui huevo o capullo.

7.18.2006

My chest is a gas station



The gas station is in fire & I can’t smoke my cigarettes. Why the hell? What a hell! There’s something in her smile I can not express. She is like cooking bread with the ashes inside me. She doesn’t matter. I have no problem about it. There’s something in her shirt that is calling my name, I just don'y know what. The gas station is till in fire. I can’t get the smoke into my throat. What the hell! No fear. No pain. No tears. No cops. Only her drunken eyes like bullets inside my head. Hey Bush what about finish with this terrorist girl? You decide! Don’t blink. I don’t want to die between these ashes. Stop the music. Don’t stop the fire. Farewell: I can’t smoke my cigarettes & the gas station is still in fire.

7.03.2006

De las guerras .01

De espaldas al campo de batalla, esperando que cese el fuego para provocarlo de nuevo. Es de madrugada. Estoy en Vietnam, en Irak, en Rusia... no lo se. Solo se que fue ayer. Que es hoy. Que tengo un arma entre las manos y un par de costales a mis espaladas. Estoy rodeado de gente igual que yo. Todos pasan a prisa, paso que era tan veloz como firme. Yo solo esperaba que cesara un poco el fuego. La niebla se levanta teñida de rojo arrastrando un par de alma consigo. Entonces creí que era tiempo. El enemigo nunca desperdiciaría esta oportunidad. Se escuchaban solamente algunas explosiojnes esporadicas y a destiempo, allá en la lejanía. Me despido del tradicional unico amigo que sige en el frente luchando aun contra su propio dolor, que también es el mio. Me agache hasta donde él y le sacudí el cabello sucio mientras le decía: Hasta entonces... El me respondió Mientras tanto... y mientras disimulaba la herida del brazo dibujó una cruz en mi frente con el ensangrentado lodo de su pulgar. Yo le beso animado y salgo cruzando la linea de fuego. Bajo mis pies el cesped ya muestra sus propias cicatrices que desaparecen de repente con el pasar de la niebla. Mi paso es lento pero duro, como la guerra... es eterno, como la guerra.