1.28.2013

Cocineros al atardecer






-Ese ruido nuevo que esta haciendo tu cuerpo.-
-¿Que tiene?
-No suena saludable.
-No lo escuches entonces.

Era lunes. Iba a lavarse la cara en el baño del patio, pero hacía mucho frío y decidio que le importaba un pito llegar con cara de cementerio al trabajo. No se lavó los dientes, ni se peinó, como era natural. Salió por la puerta de atras para no despertar a nadie Ahora no tenía donde vivir y pasaría una semana de cama en cama hasta que le regresaran su departamento. Su mochila estaba llena con las cosas más básicas, desodorante, camisas, pesadillas y ganas de matar. Hubiera matado por no ir a trabajar.

Caminó un par de cuadras antes de llegar a la parada del autobus. Cuando alcanzó la mitad de la avenida el semaforo cambió de color y le impidió abandonar el camellón. Iba tarde. El autobus se aproximaba pero le era imposible cruzar porque luz seguía en verde. Calculó en fracciones de segundo que si el autobus se detenía a recoger a la gorda señora que alzaba la mano en la esquina, él podría, arriesgando su estropeado pellejo, alcanzarlo. No lo hizo. El camión no se detuvo lo más mínimo y se dio cuenta que ya le daba igual  llegar tarde. Cruzó cuando porfin la luz regresó al rojo. Su estado natural. Caminó tras la señora hasta la siguiente esquina lleno de indiferencia, cubierto por su olor a resaca y su mal aspecto. Su estado natural. El autobus se detuvó. Iba lleno. No hizo mucho esfuerzo para abordar, pero al final lo logró al filo de la escalera de subida. La bajada  es por atras, leyó. Pagó.

Al dejar atras la avenida sintió lo que creyó era su celular vibrando en la mochila. Era imposible, con el ajetreo de aquel maldito autobus con delirios de montaña rusa, era imposible que aquello hubiera sido su celular al vibrar. No lo habría escuchado tampoco ya que estaba en modo silencioso como es costumbre los domingos. Pero no tenía nada mejor que hacer. Miró el telefono. Era un mensaje de Olivia. "Buenos días" Era el mensaje mas improbable que jamás hubiera podido recibir. A lo que pensó en responder "Número equivocado. Buenos días de cualquier forma." No lo hizo. En su lugar contestó "Soñé que nos escribiamos. Buenos días." Nada más verdadero, aquello hacía mas improbable todo aún. Recordó que en uno de sus tantos sueños se había escrito con ella. Vibración. Mensaje nuevo. "Te ves de la verga. Como si regresaras de unas vacaciones." La gente no debería de verse de la verga cuando regresa de vacaciones. Pero eso no era lo importante, por solo segundos él se sintió como Julia Roberts en la boda de su mejor amigo. Entonces recordó que una vez más aquella Julia Roberts era uno de los ejemplos historicos del "friendzone". La boda de mi mejor amigo, repitió en su cabeza. Incluso el puro título. Pensó entonces que le hubiera gustado más ser Hugh Grant en mientras dormías, y que aquello hubiera sido probable de haber sido que el brincara frente al autobus como estuvo a punto de hacer. Se lamentó.

Dejó por fin de pensar estupideces cuando vio la mano de Olivia ondearse a la mitad del camión. Él por su parte procuró sonreir lo menos que pudo y mantenerse la más lejos posible, para no empeorar su aspecto. Intentó disimular su emoción y la pesadés de su existencia. Fracasando de manera olímpica. Cuando por fin el camión se vació casi de golpe se encontraron. El le golpeo la frente con la palma de la mano y ella hizo mas o menos lo mismo. .-¿No vas tarde?- preguntó él. -Apestas.- dijo ella, -No voy tarde. Tu si bien cabrón ¿no?- Si.- respondió, -y si apesto bien cabrón.- Llegó el momento en que bajarón del camión. Se cagarón de risa un rato mientras caminaban. Él intentó lo más que pudo explicarle su sueño a Olivia. Ella como siempre actuó como si no le importara mucho realmente. Caminaron juntos hasta donde él podía desviarse sin parecer obvio. Ella evidentemente no lo sabía.

Ella siguio su camino. Él el suyo. Pensó como siempre que aquella era muy probablemente la ultima vez que la vería. Sintió cierto pesar de haberlo hecho todo mal. Pensó en lo mucho que no quería ir a trabajar ese día. Pensó en cómo casi muere y al mismo tiempo no estuvo nada cerca de la muerte, y en la vibración del celular, en lo de la verga que debía verse, en lo de la verga que realmente estaba bajo esas ropas, lleno de moretes y gordo, en lo mal que debía oler, en el sueño y en lo bien poco que todo eso, que su existencia, importaba. Se sorprendió lavandose la cara en el baño de la oficina antes de ir por una taza de café. -Te vez de putamadre. Con un brillo.- le dijo Nacho cuando estuvo por fin frente a su computadora, en el cubículo. -¿Que tal el fin?- Fatal.- suspiró.

-¿Te casarías conmigo?
-No. 
-¿Porque no? 
-Porque eres un borracho. 
-Pf. ¿Que tiene de malo? 
-No mames. ¿Como que qué tiene de malo? 

Él ya no pudo responder. Se había quedado dormido. Borracho.

1.18.2013

Levantate del suelo



No te asustes nena,
esto no es nada nuevo,
es la guerra,
y es idiota y ciega,
como el amor.

1.17.2013

Love feels like a great misfortune,
a monstrous parasite,
a permanent state of emergency
that ruins all small pleasures.



Slavoj Žižek

Nocturama




Esta,
se supone,
sería otra noche,
una noche diferente,
una noche con la que todas las noches soñamos cuando podemos,
cuando perdemos el miedo a dormir,
a soñar,
el miedo a la entrevista y las manos
¿Donde se ponen las manos?
recostabas la tuya aqui,
sobre la mía en esta noche,
que era otra noche,
una noche sin botellas,
son el reflejo de las estrellas en ellas,
como una noche que hace noches que no vemos,
hace noches que no vemos.

No quisiera pensar mas en esta noche que no fue,
esa noche contigo,
paseando en bicicleta,
danzando entre los coches sin familia,
otra noche sin la biblia,
desde aquel día,
hasta este día,
otra noche de rodillas,
otra noche,
pesadillas,
otra noche sin hogar,
otra noche sin ti.

1.10.2013

Lagrima tú aparte.

El niño se levantó desnudo del suelo.
Se puso de pie frente a sus padres desnudos.
Le sangraban las heridas de la espalda y en las nalgas.
Se quedaron los tres mirando por la ventana.
Desnudos.
Splash.