10.06.2007

Friccion Vectorial


Desde este lugar todo se mira absurdamente igual, solo que aqui se siente más frio en los pies. Y es que olvide mis calcetines, y no recuerrdo con exactitud si los tengo yo, o los tienes tu. Y es tan largo el camino, y es tan lento el dolor. Y la gente me mira, o al menos eso les gusta pensar, casi puedo escuchar el mar o tu voz, que a veces tristemente es igual. Para tu buena fortuna, tu ya no estas, que al cabo no me quedabas, ni nunca me quedarás. Y podras cuestionar mi inclinacion sexual, pero no vas a calmar tu sed, no conmigo, no con mis migajas, no con mis amigos, no con mi dolor. Yo tenía cierta esperanza, que casi era estupidez, de que tropezaras, casi casualmente, por aqui. Este aire es totalmente artificial, transforma mi respiracion en viento helado, en sinfonía artificial, que se cuela hasta mis huesos. Pero aprendí a jugar, y aunque siempre he tenido que perder, solo lamento ya no tener nada que apostar, y me vuelto un limosnero, un perdedor que sonrie antes de llorar o mientras recibe un trizte beso. La piel sobre los huesos de mis dedos se ha puesto blanca como un santo, y ha comenzado a agrietar ¿donde estabas cuando recibi el balazo? ¿Donde estas hoy cuando el cafe resbala en mi interior como ultima gota que derramó el vaso? Mis muertes ya casi no se sienten, sobre todo si es de madrugada. Y agradezco a sobremanera que no aparezcas, con tus vidas translucidas y tus venas transtónicas, más podría morir, por ser la ultima cosa que ví, aunque nunca me mostraste, aunque más de una vez te imagine y te perseguí. Y me podrás decir en todo tu derecho, como si fueras la más madre, de mis madres: "Escuchate. Nada más escuchate". Y yo jamas podre, ni al norte, ni al sur, no muerto como en un cementerio, habre de mirarte y nada más. Acúsame de cruel y sopla, (o grita igual me da), y habré de volar, en mas de mil pedazos, de porcelana china, de educación social, de miramientos frios y fricción vectorial. Podré, y asi pagare por mi ultimo error. Y escupe sal, y barre, y patea y vuelve a largarte, ya te han prometido un sitio mejor. Hoy puede ser, la ultima tormenta del año, o la noche más fria, o simplemente el encargado de la calefacción del establecimiento no se ha dado cuenta que casi estoy descalzo.