1.13.2006

A Violeta

Olvide cuando fuimos angeles y lo olvide todo, desde aquel viento con el que te regocijabas hasta que e alcanzaban las olas y yo te perseguía soplando con fuerza para levantar tu vestido, hasta aquel horizonte gris que pintaste de amarillo cuando lo rozaste con tus cabellos, y yo solo lo manche de rosa.
Olvide cuando fuimos bestias y lo olvide todo, desde aquella mañana fria en medio del desierto y las olas golpeando el costado, hasta la noche en que los cazadores arrastraron sus bagonetas hasta mitad de la selva y me pediste que corriera y yo te arañe la cara y tu deshiciste mi espalda.
Olvide cuando fuimos hierbas y lo olvide todo, desde el rocio silvando antes de resbalar entre mis manos, hasta la enredadera que te volviste siendo hierba buena. Y yo tan hierba mala, y tu tan manzanilla.
Olvide cuando fuimos notas y lo olvide todo, desde aquel clavicordio donde te enlacé siguiendo tu bemol y tu te clavaste en mis cuerdas hasta volverte disonancia, hasta aquel viejo piano monocromatico donde celosamente arranque los decibeles de los muros y te alcance en el vuelo justo a tiempo para formar el sonido de un cencerro.
Olvide cuando fuimos aves y lo olvide totdo, desde aquel nido donde guardabas caramelos y dejabas los gusanos para mi, hasta la nube que sonrio la tarde que me decidi a pedire matrimonio.
Olvide cuando fuimos mariposas, y lo olvide todo, desde tu contoneo an peculiar y propio que decidi estudiar por tantos años y que fue mi ciencias favorita, hasta el polvo que dejabas cuando sin querer el viento se atrevia a ir en ora dirección.
Olvide cuando fuimos llanto y lo olvide todo, desde la fiebre que asesino a tu gato, que se habiá comido mi tortuga, hasta el entierro de tu madre junto a tu padre y hermanos.
Olvide cuando fuimos miradas y lo olvide todo, desde el encuentro furtivo a mitad del anillo periferico donde casi perdias la vida y yo llegue justo a tiempo para no hacer nada y gritar como histerico, hasta la noche que preferiste que durmiera en el sofa.
Olvide cuando fuimos marmol y lo olvide todo, desde aquellas horas dulces en que tu danzabas tan estatica que prefiria no mirarte, para no romper el cubo que me limitaba el alma, hasta los minutos en los que recibi los ultimos golpes del martillo.

Olvide cuando fuimos humo y lo olvide todo, desde la luz violeta que atravesaba tu silueta, donde me imagine tantas veces haciendo las veces de luz, hasta la ultima forma que tomaste despues de enlasarte conmigo y hacernos trenzas multicolor para despues disiparte y dar lugar a la luz, y solo la luz.
Olvide cuando fuimos hombre y mujer y lo olvide todo, porque asi lo prometí, todo.

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