5.15.2012

Corto

Dios odia mis tripas,
mientras ama sin remedio,
yo odio mis tripas,
mientras gato sin remedio.

Gato.
Ya deberiamos estar dormidos,
tu suspirando su nombre,
yo matando dragones en sueños,
cómo hacen los choferes de camión,
llenos de decepción y de lujuria,

Me lavo la boca con azucar y explicaciones,
me tallo los ojos entre rezos,
¿donde estabas?
¿quien esta ahí?
rezos,
me comieron la prosa los ratones. 

¡Levantate!
fin de semana,
en todo tu esplendor,
con tus ojos cubiertos y tus jardines,
tus besos a punto de estallar,
de ser desactivados justo a tiempo,
llevate nuestro olvido que nos mantiene muertos,
sonriendo,
tristes,
bailando el waltz.

¿No tienes tu que ir a trabajar mañana?
No, no,
prometo que estare muerto,
como el sentido del humor de los entierros,
y estare contento,
como los pasillos en los hospitales,
o las hierbas en los cementerios,
esperando,
ojo por ojo,
siempre esperando,
cómo canasta de mimbre,
como si supiera lo que es,
como la verdad,
diente por diente,
como pianos negros.

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