4.19.2012

Dos al hilo

Que no te toquen ni un solo cabello,
ni uno solo,
de todos esos que Dios ha contado.

Y es que alguna vez ella existio,
entre mis armas,
entre mis brazos,
y hoy la vi nuevamente,
con su nuevo novio,
y es ridiculo,
si hacían años,
pero esta vez ella me vio a mi,
yo la vi que me observaba,
pero ella no me vio a mi,
observandola,
con su nuevo novio,
todo,
ignorandola,
ella hizo como que no me vio,
yo hice exactamente lo contrario,
que al final fue lo mismo.

Y es que repito,
ayer la vi,
y es esto todo tan raro,
no por lo que pueda significar,
sino por todo lo que ya no significa,
y nunca significó,
por esta o aquella cosa,
lo chistoso es, creo yo,
la gracia que causa en mi que por fin alguien lo haya entendido,la importancia de ignorar,
de pretender,
de los cerezos y las calles,
de las naves que arden como ruiseñores,
entre las cortinas,
observando sin observar.

No es que importe si quiera,
me gusta pensar,
es solo este ejercicio que repito,
este impuesto,
que espero adolescentemente que alguien le ponga un fin,
con vandalismo,
o bandalismo,
o vanalismo,
aqui,
donde vengo a morir,
a morar,
amor,
a,
de donde todo residuo es bueno,
porque es mejor que la nada,
porque si en realidad existe un reino,
venga a nos,
antes que los días regresen como infiernos,
como besos o libros,
y otra vez la carcajada,
y es que mas de una vez hice daño,
ella dice,
como dicen muchos,
y muchos son mas que yo,
todo el derecho de la sangre,
todo el derecho de la mano,
todo el derecho de los labios,
sin dios en el cielo,
sin demonio bajo el mar.

Es este egoismo,
de querer,
sin entender otra manera que la mía,
que alguna vez fue vuestra,
alguna vez fue muestra,
maestra,
y hoy es solo eso,
lo que ese día jamás significó.

Sin nombre,
como la fé,
como la sed,
como el pavor,
del mundo a la oscuridad,
de ella a la eternidad,
de verla desaparecer,
según yo,
para siempre,
y verla aparecer de repente,
gente entre gente,
para hacerme reclamos,
porque de alguna manera me importa,
como importan los zancudos cuando se estrellan entre mi carne,
que es tu carne,
pero que es a mi a quien no dejan dormir
por mis sabanas sucias supongo,
por mis estrellas muertas,
que un día brillaron,
por las maravillas que un día dijo alguien,
que creías que era yo,
pero hacía años luz que había muerto,
como el recuerdo laconico,
cuando jodimos el sol,
y no tuve mas que poner la otra mejilla,
para que no preguntaras, donde estaba aquel niño,
para que no preguntaras, donde iremos ahora sino a ningun lado,
y no tuve mas que tu mirada sobre hombros,
mis musculos torciendose uno a uno,
en lo que despues fue una risa torcida,
idiota,
despierta,
un violin,
una marimba,
un carnaval.

Aqui esta,
me repetía,
Antoneo,
el borrador que te prometiste,
el que sería diariamente,
y si diariamente haz de encontrarla,
no habrás,
jurame,
diariamente escribir de aquello.

De cualquier forma,
al 99.99999999999999999999999999999999999999999999999999999999999999999989 %
le importa un pito cuan negro es su cabello.

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