3.29.2013

Ahead of the curve




Con el alba parpadeando en la lámpara del techo,
con las garras perforando el edredón,
mis encías ensangrentandote los pechos,
las recetas de tu madre en un cajón.

Aún me duele la música rota,
cinco minutos mas decías,
y volvías a poner tu pubis sobre las astillas de mi mano,
te mecías sobre de ella,
debajo de ella,
dentro de ella,
con las cuerdas estropeadas,
aún pudo cantarte un poquito.

Aún me duele la muñeca rota,
de pasar la madrugada masturbando,
           la pronunciada curva de tu vagina.


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