4.03.2008

Maquina, Arma, Hermana y Hombre.

Las cosas han cambiado desde la ultima vez que un hombre murio y alguien guardo silencio. Han pasado eras desde la ultima vez que murio una abuela e inevitablemente soltaste el requinto de guitarra mas agudo y mas intenso del mundo que todas las oraciones, de todas las aves que penden de todos los cables, que unen a todo el mundo.

Ejercitarse es un verbo que esta directamente relacionado a la buena salud y al desempeño fisico correcto que nuestra maquina, hecha toda de hueso y fresca carne, elabora en pantalones cortos o en licras con texturas de animales selvaticos. Los primermundistas se ejercitan con hierro, con salvas que no salvan. Asi, ejercitados hasta los dientes se cumplen todos y cada uno de los codigos inmorales de la sociedad moderna, y entonces se justifica mas la potestad para acabar con la vida del otro, mas debil o mas inepto, que el de poder decidir sobre la vida propia.

Todos los heroes mueren jovenes. Y nosotros que perdimos la heroina y la juventud al mismo tiempo, no podemos ser mas que victimas civiles de la incivilidad de los que no lo son. Tirados, nuestros cuerpos en el rio, no son mas que la prueba mas firme de que el temor es aquello que logra hacer girar al mundo. Y el amor, eso que la gente llama amor, es aquello que logra hacer que nuestros cuerpos sigan flotando, con rumbo fijo, con dirección y proposito, con los puños bien cerrados y lodo en las uñas.

Asi, la vida de los que ya no gozan de ella, son versiones repetidas y cada vez menos aplaudidas, no por ser menos autenticas, si no por ser menos entretenidas y menos picarescas. Paradojicamente, las vidas más aburridas tienen un final mucho más entretenido que el del resto de los demás. Con un solo defecto, el sujeto en cuestión tiene una tendencia natural a no disfrutarlo. Me viene a la memoria el cantante de folk, aquel de la versión bonita de "Sad Peter", si, ese mismo que es paraplegico, y que con todo y la enfermedad Mike Steidt le produjó dos albums.

Cuando mi madre y mi padre aún eran novios, por ahi de los años setentas, debió ser, incluso en los ochentas cuando ya estaban casados (no cuento con la información exacta), dijole mi madre al muchacho este que despues sería mi papá: "El día que me quieras regalar algo, puede ser un album de Roberto Carlos", mi padre le respondió muy elocuente que no, y mi madre poco más por curiosidad que por resentimeinto le pregunto el porqué, a lo que el respondió "Es que mira Mary, si te regalo un album de Roberto Carlos, despues me vas a pedir también que te regale las estampitas, y eso ya no es negocio". Yo ya no se como termino la historia, pero mi madre cuando limpiaba los sabados por la mañana, cuando aun estaba yo con ella viviendo, escuchaba Roberto Carlos. Una linda señora de baja estatura y de cinco, nada grandes, hijos.

Yo mataría. Si. ¿Mataría Usted? No por amor. Por lo que fuera. Antes, en los buenos viejos tiempos. La gente para averiguar si en realidad amaba a alguien se hacía la vieja pregunta de si podría morir por ella. Ahora, en la absurda modernidad, la misma que hace que señoritas de trece años ingieran cocaina y se prostituyan, la pregunta para averiguar la misma cosa es parecida, pero distinta. ¿Mataría Usted por la persona que dice amar? O más interesante aún ¿Mataría Usted a la persona a la que dice amar?

Escuche Vietnam. Escuche Hendrix. Escuche Usted muy atento. Atentisimo. Atentado. Intentando. Cuando entienda entenderá. Entonces atienda. Hasta entonces. Hasta mañana.

No hay comentarios.: