11.27.2013

Otro Mar

reblog

«¿Para quién mis manos trabajaron? ¿Para quién se gastó la sangre de mi corazón? No he obtenido merced alguna para mí. ¡pero sí que logré una merced para el león de la tierra! ¡Y la marea la llevará a veinte leguas de distancia! Cuando abrí la cañería y... el año, hallé lo que se había puesto como señal para mí: ¡Me retiraré, y dejaré la barca en la orilla!» 

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