-Buenas tardes.
Era tarde y yo acababa de entrar en aquella tienda.
-Afuera dice que venden lonches.
-Si señor, así es.- Me respondió el anciano detras del mostrador refrigerante.
-Gracias a Dios (llevo tanto tiempo sin comer que no se si lo necesite aún) pensé.
-Entonces de que le voy a dar su lonche.
-¿De que hay?
-Tengo todavia de jamón, ya no hay de pierna.
(Y le parece a usted correcto hacer una pregunta tan innecesaria, mire mis ojos como estan hinchados de la maldita hambre)
-A pues de jamón será.
El hombre me estaba mirando directo a los ojos. Hice un movimiento brusco para que desviara la mirada y lo conseguí.
-De jamón me dijo ¿verdad?
(¿Es que es usted ruso o algo así? Pensándolo bien prefiero el lomo embuchado)
-Si, jamón esta bien.
El hombrecillo agachó la mirada y se dedico a partir en dos el bolillo.
-¿Crema o mayonesa?
(¿Acaso tiene ambas? Sus preguntas no tienen perdón)
-¿Puede usar solo crema por favor?
-Pero puedo untar de ambas si así lo prefiere.
-No, gracias. Crema. (Y si tiene por ahí tras el refri un par de balas untemelas en la cabeza si no es mucha molestia)
El hombre soltó mucho aire por la nariz.
-¿Un mal día? - me preguntó.
(Una mala vida, ninguna espectativa y ganas de amarrar mi cabeza contra su rebanadora de jamón)
-Algo así. - Contesté.
El hombre me miraba con unos ojos como alcachofas.
-¿Chile?
(Y una capsula de C4 entre el jitomate y la cebolla, mi ulcera casi se puede oler)
-No, así esta bien. Cebolla y jitomate nada mas.
-Me va usted a perdonar pero no tengo cebolla.
(Y me va usted a reventar una puta hernia intentando darme lastima, usted y su jodido bisoñe ese)
-No se pr...
-Basta! No pienso tolerar mas su irreverencia.
(Puta perdón su majestad)
-Disc...
-NO NINGUNA PINCHE MAJESTAD FUERA DE MI TIENDA!
-Pero no lo entiendo.
-Largo de aqui hijo de puta.
-Ok. Pero estoy seguro que es un malentendido.
-Malentendido tu culo.- Dijo por ultimo yo ya estaba en la acera de enfrente abriendo la puerta de mi coche. Calle arriba se acercaba una joven con un camisón, montada en una bicicleta a una velocidad muy regular. Cuando pasó por mi lado pense (Vaya par de hermosas tetas).
Ella volteó al instante y me pinto un dedo largo y ergido.
En ese momento todo se volvió claro como el vodka.
Me subí al coche, lo encedí y comprendí que salieras corriendo en la mañana cuando tras despedirnos pense...
